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Meditaciones (podeis compartir las que conoces)
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Meditaciones (podeis compartir las que conoces)
Recuerdo del primer mensaje :
MEDITACIÓN DE LA RISA
Cada mañana, al despertar y antes de abrir los ojos, estírate como un gato.
Estira cada fibra de tu cuerpo.
Después de tres o cuatro minutos, con los ojos aún cerrados, comienza a reír. Durante cinco minutos, solo ríe. AL principio lo estarás haciendo; pero pronto el sonido de tu esfuerzo te producirá una risa genuina.
Piérdete en la risa. Puede demorar algunos días antes de que realmente suceda, debido a que estamos muy poco acostumbrados al fenómeno. Pero pronto será espontánea y cambiará la naturaleza completa de tu día.
Para aquellos que tengan dificultad en reírse totalmente, o que sienten que su risa es falsa. Osho ha sugerido esta simple técnica.
En la mañana, temprano, antes de haber comido nada, bebe un balde casi lleno de agua tibia con sal. Continúa tomándolo y hazlo rápido, de otra forma no te será posible tomar mucho.
Inclínate hacia delante y entonces…haz gárgaras, de manera que el agua fluya hacia fuera. Será un vómito de agua y te limpiará el conducto. Nada más es necesario. Existe un bloqueo en el conducto que te detiene cada vez que quieres reírte.
En yoga, es necesario seguir este procedimiento. Ellos lo llaman Purificación necesaria….Purifica tremendamente, y deja un conducto muy limpio, todos los bloqueos se disuelven. Vas a disfrutarlo y vas a sentir el estado de limpieza durante todo el día. La risa las lágrimas, aún tu hablar, saldrán del centro más profundo.
¡Hazlo durante diez días y tendrás la mejor risa de los alrededores!
La primera cosa que hay que hacer es reírse, porque eso da la pauta para el día completo.
Si te levantas riéndote, pronto comenzarás a sentir lo absurda que es la vida.
Nada es serio: aun tus desilusiones son risibles, aun tu dolor es risible, incluso tú eres risible.
MEDITACIÓN DE LA RISA
Cada mañana, al despertar y antes de abrir los ojos, estírate como un gato.
Estira cada fibra de tu cuerpo.
Después de tres o cuatro minutos, con los ojos aún cerrados, comienza a reír. Durante cinco minutos, solo ríe. AL principio lo estarás haciendo; pero pronto el sonido de tu esfuerzo te producirá una risa genuina.
Piérdete en la risa. Puede demorar algunos días antes de que realmente suceda, debido a que estamos muy poco acostumbrados al fenómeno. Pero pronto será espontánea y cambiará la naturaleza completa de tu día.
Para aquellos que tengan dificultad en reírse totalmente, o que sienten que su risa es falsa. Osho ha sugerido esta simple técnica.
En la mañana, temprano, antes de haber comido nada, bebe un balde casi lleno de agua tibia con sal. Continúa tomándolo y hazlo rápido, de otra forma no te será posible tomar mucho.
Inclínate hacia delante y entonces…haz gárgaras, de manera que el agua fluya hacia fuera. Será un vómito de agua y te limpiará el conducto. Nada más es necesario. Existe un bloqueo en el conducto que te detiene cada vez que quieres reírte.
En yoga, es necesario seguir este procedimiento. Ellos lo llaman Purificación necesaria….Purifica tremendamente, y deja un conducto muy limpio, todos los bloqueos se disuelven. Vas a disfrutarlo y vas a sentir el estado de limpieza durante todo el día. La risa las lágrimas, aún tu hablar, saldrán del centro más profundo.
¡Hazlo durante diez días y tendrás la mejor risa de los alrededores!
La primera cosa que hay que hacer es reírse, porque eso da la pauta para el día completo.
Si te levantas riéndote, pronto comenzarás a sentir lo absurda que es la vida.
Nada es serio: aun tus desilusiones son risibles, aun tu dolor es risible, incluso tú eres risible.
Invitado- Invitado
¿ESTÁS AQUÍ?
Llama tu propio nombre en la mañana… en la noche… en la tarde… cuando sea que te sientas soñoliento, llama tu propio nombre.
Y no sólo llámalo, contéstalo y en voz alta.
No temas a los demás… ya les has temido en forma suficiente: ellos ya te han asesinado a través del temor.
No tengas miedo. Aún en medio del gentío debes recordar. Llama tu propio nombre: “¿Treta, estás aquí?” Y responde: “Sí, estoy aquí”.
La meditación es estar contigo mismo.
Y la compasión es rebalsar con ese ser.
Y no sólo llámalo, contéstalo y en voz alta.
No temas a los demás… ya les has temido en forma suficiente: ellos ya te han asesinado a través del temor.
No tengas miedo. Aún en medio del gentío debes recordar. Llama tu propio nombre: “¿Treta, estás aquí?” Y responde: “Sí, estoy aquí”.
La meditación es estar contigo mismo.
Y la compasión es rebalsar con ese ser.
Invitado- Invitado
LA MEDITACIÓN NO TIENE META
La meditación llega a existir sólo cuando has examinado todos los motivos y has visto que no están… cuando has recorrido el abanico completo de motivos y has visto su falsedad. Has visto que los motivos no conducen a ninguna parte, que te mueves en círculos y sigues siendo el mismo.
Los motivos te dirigen… te tirotean casi volviéndote loco, creando nuevos deseos… tus manos siguen tal vacías como siempre. Cuando has visto esto, cuando has examinado tu vida y visto que todos tus movimientos fracasan…
Ningún motivo ha tenido éxito jamás, ningún motivo te ha traído nunca bendiciones a nadie. Los motivos sólo prometen: lo prometido nunca es entregado. Un motivo falla y otro motivo aparece, y te hace nuevas promesas… y otra vez.
Un día de pronto te das cuenta… de pronto ves el asunto, ese ver es el comienzo de la meditación. No tiene semilla en sí, no tiene motivación. Si estás meditando para algo, entonces te estás concentrando, no meditando.
Entonces, todavía estás en el mundo: tu mente aún está interesada en cosas baratas, en lo trivial. Sigues siendo mundano. Incluso si estás meditando para alcanzar a Dios eres mundano, porque la meditación no tiene meta.
La meditación es la comprensión de que todas las metas son falsas. La meditación es la comprensión de que los deseos no te conducen a ninguna parte.
Los motivos te dirigen… te tirotean casi volviéndote loco, creando nuevos deseos… tus manos siguen tal vacías como siempre. Cuando has visto esto, cuando has examinado tu vida y visto que todos tus movimientos fracasan…
Ningún motivo ha tenido éxito jamás, ningún motivo te ha traído nunca bendiciones a nadie. Los motivos sólo prometen: lo prometido nunca es entregado. Un motivo falla y otro motivo aparece, y te hace nuevas promesas… y otra vez.
Un día de pronto te das cuenta… de pronto ves el asunto, ese ver es el comienzo de la meditación. No tiene semilla en sí, no tiene motivación. Si estás meditando para algo, entonces te estás concentrando, no meditando.
Entonces, todavía estás en el mundo: tu mente aún está interesada en cosas baratas, en lo trivial. Sigues siendo mundano. Incluso si estás meditando para alcanzar a Dios eres mundano, porque la meditación no tiene meta.
La meditación es la comprensión de que todas las metas son falsas. La meditación es la comprensión de que los deseos no te conducen a ninguna parte.
Invitado- Invitado
VIPASSANA MEDITACIÓN DE LA COMPRENSIÓN INTERNA
Busca un lugar cómodo para sentarte durante 45 a 60 minutos.
Es beneficioso sentarse a la misma hora y en el mismo lugar todos los días, y no es necesario que sea un lugar silencioso. Experimenta hasta que encuentres la situación en que te encuentres mejor. Puedes sentarte una o dos veces al día, más no lo hagas durante al menos una hora después de comer o antes de dormir.
Es importante que te sientes con tu espalda y cabeza derechos… tus ojos deben estar cerrados y el cuerpo tan quieto como sea posible.
Un banco de meditación puede ayudar, o una silla de espalda recta o almohadones.
No hay técnica especial de respiración: la respiración normal o natural está bien.
El Vipassana está basado en la conciencia de la respiración, así que debe observarse el ascenso y descenso de cada respiración, dondequiera que la sensación sea sentida con más claridad: en la nariz, en el área del estómago o en el plexo solar.
El Vipassana no es concentración y no constituye un objetivo el permanecer observando la respiración durante una hora completa.
Cuando surgen pensamientos, sentimientos o sensaciones, o cuando percibes sonidos, colores y brisas provenientes de afuera, permite simplemente que la atención se centre en ellos.
Cualquier cosa que surja puede ser observada como nubes que pasan por el cielo. Ni te aferres a ellas ni las rechaces.
Dondequiera que existan posibilidades de elegir donde poner tu atención, regresa a la conciencia de la respiración.
Recuerda: no se espera que suceda nada especial. No hay éxito ni fracaso, ni tampoco existe el progreso. No hay nada que resolver o analizar, pero pueden surgir comprensiones súbitas acerca de cualquier cosa.
Las preguntas y problemas pueden ser percibidos como misterios para ser disfrutados.
Es beneficioso sentarse a la misma hora y en el mismo lugar todos los días, y no es necesario que sea un lugar silencioso. Experimenta hasta que encuentres la situación en que te encuentres mejor. Puedes sentarte una o dos veces al día, más no lo hagas durante al menos una hora después de comer o antes de dormir.
Es importante que te sientes con tu espalda y cabeza derechos… tus ojos deben estar cerrados y el cuerpo tan quieto como sea posible.
Un banco de meditación puede ayudar, o una silla de espalda recta o almohadones.
No hay técnica especial de respiración: la respiración normal o natural está bien.
El Vipassana está basado en la conciencia de la respiración, así que debe observarse el ascenso y descenso de cada respiración, dondequiera que la sensación sea sentida con más claridad: en la nariz, en el área del estómago o en el plexo solar.
El Vipassana no es concentración y no constituye un objetivo el permanecer observando la respiración durante una hora completa.
Cuando surgen pensamientos, sentimientos o sensaciones, o cuando percibes sonidos, colores y brisas provenientes de afuera, permite simplemente que la atención se centre en ellos.
Cualquier cosa que surja puede ser observada como nubes que pasan por el cielo. Ni te aferres a ellas ni las rechaces.
Dondequiera que existan posibilidades de elegir donde poner tu atención, regresa a la conciencia de la respiración.
Recuerda: no se espera que suceda nada especial. No hay éxito ni fracaso, ni tampoco existe el progreso. No hay nada que resolver o analizar, pero pueden surgir comprensiones súbitas acerca de cualquier cosa.
Las preguntas y problemas pueden ser percibidos como misterios para ser disfrutados.
Invitado- Invitado
CONVIRTIENDOTE EN ASTRONAUTA DEL ESPACIO INTERNO
Muchas veces, en profunda meditación, de pronto sentirás como si la gravitación hubiera desaparecido. Como si nada te retuviera a la tierra; como si ahora te tocara a ti decidir si quieres volar o no… ahora depende de ti: si quieres, puedes simplemente volar hacia el cielo.
Todo el cielo es tuyo… pero cuando abres los ojos, de pronto el cuerpo está ahí, la tierra está ahí, la gravitación está ahí.
Cuando estabas meditando con los ojos cerrados, olvidaste el cuerpo, te moviste a una dimensión diferente: la dimensión de la Gracia.
Disfrútalo, permítelo, porque una vez que comiences a pensar que es una locura, lo detendrás y esa interrupción alterará tu meditación.
Disfrútala, como si volaras en un sueño.
Cierra los ojos. En la meditación, ve donde quieras, elévate más y más en el cielo. Y pronto muchas más cosas estarán a tu alcance. Y no te asustes: esta es la mayor aventura, más grande que ir a la Luna.
Convertirte en un astronauta del espacio interno es la aventura más grandiosa.
Todo el cielo es tuyo… pero cuando abres los ojos, de pronto el cuerpo está ahí, la tierra está ahí, la gravitación está ahí.
Cuando estabas meditando con los ojos cerrados, olvidaste el cuerpo, te moviste a una dimensión diferente: la dimensión de la Gracia.
Disfrútalo, permítelo, porque una vez que comiences a pensar que es una locura, lo detendrás y esa interrupción alterará tu meditación.
Disfrútala, como si volaras en un sueño.
Cierra los ojos. En la meditación, ve donde quieras, elévate más y más en el cielo. Y pronto muchas más cosas estarán a tu alcance. Y no te asustes: esta es la mayor aventura, más grande que ir a la Luna.
Convertirte en un astronauta del espacio interno es la aventura más grandiosa.
Invitado- Invitado
SIENTETE RECEPTIVO
Es muy significativo el que las manos asuman la postura de una taza, como un receptáculo. Te hace receptivo, te ayuda a estar receptivo. Esta es una de las posturas más viejas, antiguas: todos los Budas la han probado.
Cuando quieras estar abierto, esta postura te ayudará. Siéntate en silencio y espera.
Sé un receptáculo, un receptor. Tal como esperas en el teléfono: has llamado, esperas en el teléfono. Exactamente en ese ánimo, simplemente espera y dentro de dos o tres minutos verás que te rodea y que llena tu interior una energía totalmente diferente… cayendo sobre ti como la lluvia cae sobre la tierra y va penetrándola más y más profundo, y la tierra la absorbe.
Las posturas son muy significativas. Si las personas no las transforman en un fetiche, son muy significativas. Ayudan a establecer una orientación en la energía de tu cuerpo.
Con esta postura, por ejemplo, es muy difícil estar enojado. Cuando el cuerpo completo está relajado, es muy difícil ser agresivo, violento, y es muy fácil ser devoto.
Cuando quieras estar abierto, esta postura te ayudará. Siéntate en silencio y espera.
Sé un receptáculo, un receptor. Tal como esperas en el teléfono: has llamado, esperas en el teléfono. Exactamente en ese ánimo, simplemente espera y dentro de dos o tres minutos verás que te rodea y que llena tu interior una energía totalmente diferente… cayendo sobre ti como la lluvia cae sobre la tierra y va penetrándola más y más profundo, y la tierra la absorbe.
Las posturas son muy significativas. Si las personas no las transforman en un fetiche, son muy significativas. Ayudan a establecer una orientación en la energía de tu cuerpo.
Con esta postura, por ejemplo, es muy difícil estar enojado. Cuando el cuerpo completo está relajado, es muy difícil ser agresivo, violento, y es muy fácil ser devoto.
Invitado- Invitado
MIRANDO
La meditación no es otra cosa que el arte de abrir los ojos, el arte de limpiar tus ojos, el arte de dejar caer el polvo que está acumulado en el espejo de tu conciencia.
El hombre ha estado viajando y viajando durante miles de vidas, el polvo se acumula. Todos somos viajeros.
Es mucho el polvo que se ha acumulado, en tal grado que el espejo ha desaparecido completamente. Hay sólo polvo sobre polvo, capas y capas de polvo, y no puedes ver el espejo. Pero el espejo está aún allí, no puede perderse, porque es tu naturaleza misma. Si se puede perder, entonces no puede ser tu naturaleza.
No es que tú tengas un espejo; tú eres el espejo.
El viajero es el espejo. No lo puedes perder, sólo puedes olvidarlo; a lo sumo, un olvido.
El momento existencia es ahora mismo.
Sólo ver la factualidad de algo determinado, de un estado determinado, es meditación.
La meditación no tiene motivo; en consecuencia, no tiene un centro. Y dado que no hay motivo no hay centro, no hay un yo en ella. No funcionas desde un centro: en la meditación actúas a partir de la nada.
La respuesta que surge de la nada es de lo que la meditación se trata… la mente concentrada actúa en base al pasado… la meditación actúa en el presente, en base al presente. Es una respuesta pura al presente; no es una reacción. No actúa en base a conclusiones… actúa viendo lo existencial.
El hombre ha estado viajando y viajando durante miles de vidas, el polvo se acumula. Todos somos viajeros.
Es mucho el polvo que se ha acumulado, en tal grado que el espejo ha desaparecido completamente. Hay sólo polvo sobre polvo, capas y capas de polvo, y no puedes ver el espejo. Pero el espejo está aún allí, no puede perderse, porque es tu naturaleza misma. Si se puede perder, entonces no puede ser tu naturaleza.
No es que tú tengas un espejo; tú eres el espejo.
El viajero es el espejo. No lo puedes perder, sólo puedes olvidarlo; a lo sumo, un olvido.
El momento existencia es ahora mismo.
Sólo ver la factualidad de algo determinado, de un estado determinado, es meditación.
La meditación no tiene motivo; en consecuencia, no tiene un centro. Y dado que no hay motivo no hay centro, no hay un yo en ella. No funcionas desde un centro: en la meditación actúas a partir de la nada.
La respuesta que surge de la nada es de lo que la meditación se trata… la mente concentrada actúa en base al pasado… la meditación actúa en el presente, en base al presente. Es una respuesta pura al presente; no es una reacción. No actúa en base a conclusiones… actúa viendo lo existencial.
Invitado- Invitado
MIRANDO SIN PALABRAS
En cosas pequeñas, intenta no incluir la mente.
Miras una flor… simplemente miras…
No traigas palabras, no verbalices… simplemente mira.
La mente se sentirá incómoda e inquieta… la mente quisiera decir algo. Simplemente, dile a la mente:
¡Quédate en silencio, déjame ver, sólo echaré una mirada!
Al principio será difícil, pero comienza con cosas en las que no estás demasiado involucrado.
Será difícil mirar a tu esposa sin que aparezcan palabras… estás demasiado involucrado, demasiado apegado emocionalmente. Enojado o enamorado, pero demasiado involucrado.
Observa cosas que te sean neutrales: una roca, una flor, un árbol, la salida del sol, un pájaro en vuelo, una nube moviéndose en el cielo.
Sólo mira cosas con las que no estás tan comprometido, de las cuales puedas permanecer indiferente. Comienza con las cosas neutras, y sólo entonces muévete hacia situaciones emocionalmente cargadas.
Miras una flor… simplemente miras…
No traigas palabras, no verbalices… simplemente mira.
La mente se sentirá incómoda e inquieta… la mente quisiera decir algo. Simplemente, dile a la mente:
¡Quédate en silencio, déjame ver, sólo echaré una mirada!
Al principio será difícil, pero comienza con cosas en las que no estás demasiado involucrado.
Será difícil mirar a tu esposa sin que aparezcan palabras… estás demasiado involucrado, demasiado apegado emocionalmente. Enojado o enamorado, pero demasiado involucrado.
Observa cosas que te sean neutrales: una roca, una flor, un árbol, la salida del sol, un pájaro en vuelo, una nube moviéndose en el cielo.
Sólo mira cosas con las que no estás tan comprometido, de las cuales puedas permanecer indiferente. Comienza con las cosas neutras, y sólo entonces muévete hacia situaciones emocionalmente cargadas.
Invitado- Invitado
ESCUCHANDO CON SIMPATÍA
Permanece pasivo, sin hacer nada, sólo escuchando. Y escuchar no es un hacer. No tienes que hacer nada para escuchar algo, tus oídos están siempre abiertos. Para ver tienes que abrir los ojos: por lo menos eso debe hacerse. Para escuchar, ni siquiera tienes que hacer eso: los oídos están siempre abiertos. Siempre estás escuchando. No hagas nada y escucha.
El escuchar es una profunda participación entre el cuerpo y el alma… es por esto que ha sido usado como uno de los métodos de meditación más potentes: porque tiende un puente entre los dos infinitos, el material y el espiritual… y deja que esta sea tu meditación; te ayudará.
Cuando quiera que estés sentado, escucha cualquier cosa que esté pasando.
Este es el bullicio de la ciudad y hay mucho tráfico y ruido, y el tren y el avión; escúchalo sin que la mente lo rechace por ser ruidoso.
Escucha como si estuvieras escuchando música, con simpatía. Y de pronto verás que la cualidad del ruido ha cambiado. Ya no es distractor. Si se le escucha correctamente, aun el bullicio de la ciudad se convierte en una melodía.
De manera que no importa lo que estás escuchando. El punto es que estás escuchando, no sólo oyendo.
Aun si estás escuchando algo que nunca pensaste que valiera la pena escuchar, escúchalo muy gozoso, como si estuvieras escuchando una sonata de Beethoven. Y de pronto verás que has transformado su cualidad. Se vuelve hermoso. Y escuchando así, tu ego desaparecerá.
El escuchar es una profunda participación entre el cuerpo y el alma… es por esto que ha sido usado como uno de los métodos de meditación más potentes: porque tiende un puente entre los dos infinitos, el material y el espiritual… y deja que esta sea tu meditación; te ayudará.
Cuando quiera que estés sentado, escucha cualquier cosa que esté pasando.
Este es el bullicio de la ciudad y hay mucho tráfico y ruido, y el tren y el avión; escúchalo sin que la mente lo rechace por ser ruidoso.
Escucha como si estuvieras escuchando música, con simpatía. Y de pronto verás que la cualidad del ruido ha cambiado. Ya no es distractor. Si se le escucha correctamente, aun el bullicio de la ciudad se convierte en una melodía.
De manera que no importa lo que estás escuchando. El punto es que estás escuchando, no sólo oyendo.
Aun si estás escuchando algo que nunca pensaste que valiera la pena escuchar, escúchalo muy gozoso, como si estuvieras escuchando una sonata de Beethoven. Y de pronto verás que has transformado su cualidad. Se vuelve hermoso. Y escuchando así, tu ego desaparecerá.
Invitado- Invitado
NUNCA SEAS UN MASOQUISTA
Nunca seas un masoquista. No te tortures en nombre de absolutamente nada. La gente se ha torturado mucho a sí misma en nombre de la religión, y el nombre es tan hermoso que puedes seguir y seguir torturándote.
De manera que recuerda: te enseño la felicidad ¡no la tortura!
Si alguna vez sientes que algo se está volviendo pesado, difícil, que el camino se hace áspero, significa que hay que cambiar algo. Tendrás que cambiar muchas veces. Poco a poco llegarás a un punto en donde no será necesario ningún cambio. Entonces algo encajará perfectamente, no sólo con tu mente, con tu cuerpo, sino con tu alma.
Toda la meditación es espera, toda la
oración es infinita paciencia.
Si le dices a la mente que espere, la
meditación ocurre: si puedes convencer a
la mente de que espere, estarás en
oración, porque esperar significa no
pensar. Significa limitarse a esperar en
la orilla, sin hacer nada con la corriente
de agua. ¿Qué puedes hacer? Cualquier
cosa que hagas ensuciarás aún más.
Si entras en el agua surgirán más
problemas, así que espera.
De manera que recuerda: te enseño la felicidad ¡no la tortura!
Si alguna vez sientes que algo se está volviendo pesado, difícil, que el camino se hace áspero, significa que hay que cambiar algo. Tendrás que cambiar muchas veces. Poco a poco llegarás a un punto en donde no será necesario ningún cambio. Entonces algo encajará perfectamente, no sólo con tu mente, con tu cuerpo, sino con tu alma.
Toda la meditación es espera, toda la
oración es infinita paciencia.
Si le dices a la mente que espere, la
meditación ocurre: si puedes convencer a
la mente de que espere, estarás en
oración, porque esperar significa no
pensar. Significa limitarse a esperar en
la orilla, sin hacer nada con la corriente
de agua. ¿Qué puedes hacer? Cualquier
cosa que hagas ensuciarás aún más.
Si entras en el agua surgirán más
problemas, así que espera.
Invitado- Invitado
Meditación Kundalini
Esta meditación es la hermana muy querida de la Meditación Dinámica que se hace de madrugada. Consiste en cuatro etapas de 15 minutos cada una.
Primera etapa: 15 minutos.
Relájate y deja que todo tu cuerpo comience a sacudirse, sintiendo que la energía sube desde los pies. Suéltate totalmente y conviértete en las sacudidas. Puedes tener los ojos abiertos o cerrados.
Segunda etapa: 15 minutos.
Baila… de cualquier forma que desees, y deja que todo el cuerpo se mueva como quiera.
Tercera etapa: 15 minutos.
Cierra los ojos y permanece quieto, sentado o de pie… en actitud de testigo frente a todo lo que sucede dentro y fuera de ti.
Cuarta etapa: 15 minutos.
Manteniendo los ojos cerrados, tiéndete en el suelo y permanece quieto.
Si estás practicando la Meditación Kundalini, debes permitir las sacudidas, no hacerlas tú.
De pie, en silencio, siéntelas venir; y cuando tu cuerpo inicie un pequeño temblor, pero no lo hagas. Disfrútalo, siéntete dichoso con él, permítelo, recíbelo, dale la bienvenida, pero no lo desees.
Si lo fuerzas, se convertirá en ejercicio, en un ejercicio físico… entonces las sacudidas estarán presentes, pero sólo en la superficie, no penetrarán en ti. Permanecerás sólido como piedra, como roca dentro de ti; seguirás siendo el manipulador, el que hace, y el cuerpo simplemente te estará siguiendo. No se trata del cuerpo: se trata de ti.
Cuando yo te digo “agítate” me refiero a tu solidez, a que tu ser, que es como piedra, debe agitarse hasta sus mismos cimientos de modo de volverse líquido, fluido, derretirse y fluir. Y cuando ese ser de piedra se vuelve líquido, tu cuerpo le seguirá. Entonces ya no hay un sacudir, sólo está la sacudida. Entonces nadie lo está haciendo, simplemente está sucediendo. El que lo ocasiona ya no es.
La Meditación Caótica o la Kundalini o la Nadabrahma: estas no son realmente meditaciones. Solamente te estás armonizando. Si has visto tocar a músicos clásicos indios, durante media hora o a veces aún más, verás que simplemente se dedican a ajustar sus instrumentos. Moverán los botones, apretarán o soltarán las cuerdas de sus instrumentos y el baterista verificará su batería una y otra vez; no importa si está o no perfecta. Durante media hora seguirán haciendo esto.
Esto no es música, es sólo preparación.
La Kundalini no es, en verdad, meditación. Es sólo preparación. Estás preparando tu instrumento.
Cuando estás listo, te paras en silencio y comienza la meditación. Entonces estás totalmente allí.
Te has despertado mediante los saltos, el baile, la respiración y los gritos, todos estos son sólo trucos para volverte un poso más alerta de lo que normalmente estás. Una vez que estás despierto, lo que haces es esperar.
Esperar es meditación. Esperar en total conciencia.
Y entonces llega. Desciende sobre ti, te envuelve, juega a tu alrededor, baila a tu alrededor, te limpia, te purifica, te transforma.
Primera etapa: 15 minutos.
Relájate y deja que todo tu cuerpo comience a sacudirse, sintiendo que la energía sube desde los pies. Suéltate totalmente y conviértete en las sacudidas. Puedes tener los ojos abiertos o cerrados.
Segunda etapa: 15 minutos.
Baila… de cualquier forma que desees, y deja que todo el cuerpo se mueva como quiera.
Tercera etapa: 15 minutos.
Cierra los ojos y permanece quieto, sentado o de pie… en actitud de testigo frente a todo lo que sucede dentro y fuera de ti.
Cuarta etapa: 15 minutos.
Manteniendo los ojos cerrados, tiéndete en el suelo y permanece quieto.
Si estás practicando la Meditación Kundalini, debes permitir las sacudidas, no hacerlas tú.
De pie, en silencio, siéntelas venir; y cuando tu cuerpo inicie un pequeño temblor, pero no lo hagas. Disfrútalo, siéntete dichoso con él, permítelo, recíbelo, dale la bienvenida, pero no lo desees.
Si lo fuerzas, se convertirá en ejercicio, en un ejercicio físico… entonces las sacudidas estarán presentes, pero sólo en la superficie, no penetrarán en ti. Permanecerás sólido como piedra, como roca dentro de ti; seguirás siendo el manipulador, el que hace, y el cuerpo simplemente te estará siguiendo. No se trata del cuerpo: se trata de ti.
Cuando yo te digo “agítate” me refiero a tu solidez, a que tu ser, que es como piedra, debe agitarse hasta sus mismos cimientos de modo de volverse líquido, fluido, derretirse y fluir. Y cuando ese ser de piedra se vuelve líquido, tu cuerpo le seguirá. Entonces ya no hay un sacudir, sólo está la sacudida. Entonces nadie lo está haciendo, simplemente está sucediendo. El que lo ocasiona ya no es.
La Meditación Caótica o la Kundalini o la Nadabrahma: estas no son realmente meditaciones. Solamente te estás armonizando. Si has visto tocar a músicos clásicos indios, durante media hora o a veces aún más, verás que simplemente se dedican a ajustar sus instrumentos. Moverán los botones, apretarán o soltarán las cuerdas de sus instrumentos y el baterista verificará su batería una y otra vez; no importa si está o no perfecta. Durante media hora seguirán haciendo esto.
Esto no es música, es sólo preparación.
La Kundalini no es, en verdad, meditación. Es sólo preparación. Estás preparando tu instrumento.
Cuando estás listo, te paras en silencio y comienza la meditación. Entonces estás totalmente allí.
Te has despertado mediante los saltos, el baile, la respiración y los gritos, todos estos son sólo trucos para volverte un poso más alerta de lo que normalmente estás. Una vez que estás despierto, lo que haces es esperar.
Esperar es meditación. Esperar en total conciencia.
Y entonces llega. Desciende sobre ti, te envuelve, juega a tu alrededor, baila a tu alrededor, te limpia, te purifica, te transforma.
Invitado- Invitado
MEDITACIÓN DE LA OSCILACIÓN
Primera etapa: 20 minutos.
Siéntate con las piernas cruzadas y los ojos cerrados.
Comienza a mecerte suavemente: primero a la izquierda y luego a la derecha. No es necesario que la oscilación involucre a todo tu cuerpo, pero inclínate lo más que puedas en forma confortable. Cuando llegues al punto más lejano, suelta el sonido “hu”, con tal fuerza, con una sacudida. Haz esto al final de cada oscilación, a ambos lados.
Segunda etapa: 20 minutos.
Permanece sentado en silencio, sin moverte.
Tercera etapa: 20 minutos.
Ponte de pie en un rincón, totalmente quieto.
Siéntate con las piernas cruzadas y los ojos cerrados.
Comienza a mecerte suavemente: primero a la izquierda y luego a la derecha. No es necesario que la oscilación involucre a todo tu cuerpo, pero inclínate lo más que puedas en forma confortable. Cuando llegues al punto más lejano, suelta el sonido “hu”, con tal fuerza, con una sacudida. Haz esto al final de cada oscilación, a ambos lados.
Segunda etapa: 20 minutos.
Permanece sentado en silencio, sin moverte.
Tercera etapa: 20 minutos.
Ponte de pie en un rincón, totalmente quieto.
Invitado- Invitado
BAILE
Cuando el movimiento se hace extático, entonces es una danza.
Cuando el movimiento es tan total que no hay ego, entonces es danza.
Y debes saber que el baile surgió en el mundo como una técnica de meditación.
El baile inicial no era el baile: este debía alcanzar un éxtasis en donde el bailarín desaparecía y sólo quedaba el baile, sin ego, nadie manipulando, el cuerpo fluyendo espontáneamente.
No es necesario hallar ninguna otra meditación. El baile mismo se convierte en meditación si el bailarín desaparece… todo el punto consiste en cómo hacerse desaparecer.
Cómo o dónde logres eso no tiene importancia.
Simplemente desaparece.
Un punto llega en que tú no eres, y aún así las cosas siguen ocurriendo… como si estuvieras poseído.
El baile es una de las cosas más bellas que pueden sucederle a un hombre.
Así que no concibas la meditación como algo separado. La meditación es necesaria como algo separado para aquellos que no tienen energía creativa profunda; su energía no tiene dirección como para que puedan involucrarse tan profundamente como para desaparecer.
Pero un bailarín, un pintor, un escultor no necesitan tener ninguna otra meditación. Todo lo que necesitan es hacer que su dimensión se vuelva tan profundamente penetrante que alcance un punto de trascendencia. Y no hay nada como el baile…
Así es que por lo menos durante una hora al día, olvídate de todas las técnicas… limítate a bailarle a Dios.
Simplemente bailarás como un niño pequeño… como una oración… entonces el baile tendrá una cualidad completamente diferente.
Por primera vez sentirás que estás dando pasos que jamás habías dado anteriormente, que te estás moviendo en dimensiones que te son totalmente desconocidas. Atravesarás terreno que no te será familiar, a medida que te sintonices más y más con lo desconocido, todas las técnicas desaparecerán. Y sin técnicas, cuando es puro y simple, el baile es perfecto.
Baila como si estuvieras enamorado del universo, como si bailaras con tu ser amado. Deja que Dios sea tu amado.
Cuando el movimiento es tan total que no hay ego, entonces es danza.
Y debes saber que el baile surgió en el mundo como una técnica de meditación.
El baile inicial no era el baile: este debía alcanzar un éxtasis en donde el bailarín desaparecía y sólo quedaba el baile, sin ego, nadie manipulando, el cuerpo fluyendo espontáneamente.
No es necesario hallar ninguna otra meditación. El baile mismo se convierte en meditación si el bailarín desaparece… todo el punto consiste en cómo hacerse desaparecer.
Cómo o dónde logres eso no tiene importancia.
Simplemente desaparece.
Un punto llega en que tú no eres, y aún así las cosas siguen ocurriendo… como si estuvieras poseído.
El baile es una de las cosas más bellas que pueden sucederle a un hombre.
Así que no concibas la meditación como algo separado. La meditación es necesaria como algo separado para aquellos que no tienen energía creativa profunda; su energía no tiene dirección como para que puedan involucrarse tan profundamente como para desaparecer.
Pero un bailarín, un pintor, un escultor no necesitan tener ninguna otra meditación. Todo lo que necesitan es hacer que su dimensión se vuelva tan profundamente penetrante que alcance un punto de trascendencia. Y no hay nada como el baile…
Así es que por lo menos durante una hora al día, olvídate de todas las técnicas… limítate a bailarle a Dios.
Simplemente bailarás como un niño pequeño… como una oración… entonces el baile tendrá una cualidad completamente diferente.
Por primera vez sentirás que estás dando pasos que jamás habías dado anteriormente, que te estás moviendo en dimensiones que te son totalmente desconocidas. Atravesarás terreno que no te será familiar, a medida que te sintonices más y más con lo desconocido, todas las técnicas desaparecerán. Y sin técnicas, cuando es puro y simple, el baile es perfecto.
Baila como si estuvieras enamorado del universo, como si bailaras con tu ser amado. Deja que Dios sea tu amado.
Invitado- Invitado
BAILA EN GRUPO
Puedes reunir un pequeño grupo de amigos que puedan bailar juntos. Eso será mejor, más útil.
El hombre es tan débil que se le hace difícil continuar con algo si está solo. Es por eso que las escuelas son necesarias.
Así, si un día no sientes deseo de hacerlo y los demás si quieren, la energía de los demás te moviliza, Otro día, alguien no tendrá deseos pero tú si querrás hacerlo: tu energía entra en juego.
Si estás solo, el hombre es muy débil y carente de voluntad. Un día lo haces, y otro día te sientes cansado y tienes otras cosas que hacer.
Las meditaciones traen resultados sólo cuando se las practica en forma persistente. Entonces, se sumergen en tu interior.
Es tal como si cavaras un hoyo en la tierra… un día cavas en un lugar, otro día en otro lugar… entonces, puedes seguir cavando durante toda tu vida, pero el pozo nunca estará listo.
Debes cavar siempre en el mismo lugar. Así que proponte hacerlo todos los días a la misma hora.
Y si es posible hacerlo en el mismo lugar, será estupendo; el mismo cuarto, el mismo ambiente, quemando el mismo incienso… de modo que poco a poco el cuerpo aprenda y que poco a poco la mente obtenga esta sensación.
Apenas entras en el cuarto, te sientes listo para comenzar a danzar. El cuarto está cargado, la hora está cargada.
El hombre es tan débil que se le hace difícil continuar con algo si está solo. Es por eso que las escuelas son necesarias.
Así, si un día no sientes deseo de hacerlo y los demás si quieren, la energía de los demás te moviliza, Otro día, alguien no tendrá deseos pero tú si querrás hacerlo: tu energía entra en juego.
Si estás solo, el hombre es muy débil y carente de voluntad. Un día lo haces, y otro día te sientes cansado y tienes otras cosas que hacer.
Las meditaciones traen resultados sólo cuando se las practica en forma persistente. Entonces, se sumergen en tu interior.
Es tal como si cavaras un hoyo en la tierra… un día cavas en un lugar, otro día en otro lugar… entonces, puedes seguir cavando durante toda tu vida, pero el pozo nunca estará listo.
Debes cavar siempre en el mismo lugar. Así que proponte hacerlo todos los días a la misma hora.
Y si es posible hacerlo en el mismo lugar, será estupendo; el mismo cuarto, el mismo ambiente, quemando el mismo incienso… de modo que poco a poco el cuerpo aprenda y que poco a poco la mente obtenga esta sensación.
Apenas entras en el cuarto, te sientes listo para comenzar a danzar. El cuarto está cargado, la hora está cargada.
Invitado- Invitado
BAILA COMO UN ÁRBOL
Levanta las manos y siéntete como un árbol enfrentado a un fuerte viento. Baila como un árbol en las lluvias y los vientos.
Deja que toda tu energía se convierta en energía de baile, mécete y muévete con el viento: siente el viento pasando a través de ti.
Olvida que tienes un cuerpo humano: eres un árbol, identifícate con el árbol.
Sal a la intemperie si puedes, párate entre los árboles, transfórmate en un árbol y deja que el viento pase a través de ti.
El identificarte con un árbol es tremendamente fortificante y nutritivo. Uno entra fácilmente a la conciencia primaria. Los árboles están aun allí. Habla con los árboles, abraza a los árboles y de pronto sentirás que todo ha vuelto. Y si no te es posible salir párate en medio de una habitación, visualízate a ti mismo como un árbol y comienza a bailar.
Deja que toda tu energía se convierta en energía de baile, mécete y muévete con el viento: siente el viento pasando a través de ti.
Olvida que tienes un cuerpo humano: eres un árbol, identifícate con el árbol.
Sal a la intemperie si puedes, párate entre los árboles, transfórmate en un árbol y deja que el viento pase a través de ti.
El identificarte con un árbol es tremendamente fortificante y nutritivo. Uno entra fácilmente a la conciencia primaria. Los árboles están aun allí. Habla con los árboles, abraza a los árboles y de pronto sentirás que todo ha vuelto. Y si no te es posible salir párate en medio de una habitación, visualízate a ti mismo como un árbol y comienza a bailar.
Invitado- Invitado
DANZA CON TUS MANOS
Siéntate en silencio y permite que tus dedos tengan su propio movimiento. Siente el movimiento desde adentro. No intentes verlo desde afuera, así que mantén los ojos cerrados.
Permite que la energía fluya más y más a tus manos.
Las manos están profundamente relacionadas con el cerebro: la mano derecha con el lado izquierdo del cerebro y la mano izquierda con el lado derecho del cerebro. Si a tus dedos se les permite libertad total de expresión, se descargan muchas, muchas tensiones acumuladas en el cerebro. Esa es la manera más fácil de liberar el mecanismo cerebral, sus represiones, su energía almacenada. Tus manos están perfectamente capacitadas para hacerlo.
A veces encontrarás que la mano izquierda está levanta, y otras veces la derecha. No impongas un patrón: cualquiera sea la necesidad de la energía, cobrará esa forma.
Cuando el lado izquierdo del cerebro quiere liberar energía, cobrará una forma. Cuando el lado derecho está muy cargado con energía, entonces el gesto será diferente.
Puedes convertirte en un gran meditador a través de los gestos con las manos.
Así que permaneciendo sentado en silencio, juega, deja que las manos se muevan por sí solas y te sorprenderás: es mágico. No es necesario brincar y trotar y hacer mucha meditación caótica. Las manos serán suficientes.
Permite que la energía fluya más y más a tus manos.
Las manos están profundamente relacionadas con el cerebro: la mano derecha con el lado izquierdo del cerebro y la mano izquierda con el lado derecho del cerebro. Si a tus dedos se les permite libertad total de expresión, se descargan muchas, muchas tensiones acumuladas en el cerebro. Esa es la manera más fácil de liberar el mecanismo cerebral, sus represiones, su energía almacenada. Tus manos están perfectamente capacitadas para hacerlo.
A veces encontrarás que la mano izquierda está levanta, y otras veces la derecha. No impongas un patrón: cualquiera sea la necesidad de la energía, cobrará esa forma.
Cuando el lado izquierdo del cerebro quiere liberar energía, cobrará una forma. Cuando el lado derecho está muy cargado con energía, entonces el gesto será diferente.
Puedes convertirte en un gran meditador a través de los gestos con las manos.
Así que permaneciendo sentado en silencio, juega, deja que las manos se muevan por sí solas y te sorprenderás: es mágico. No es necesario brincar y trotar y hacer mucha meditación caótica. Las manos serán suficientes.
Invitado- Invitado
DESPERTANDO LAS CAPAS SUTILES
Si te mueves constantemente y nunca te sientas en silencio, también se te escapará algo.
Cuando la energía ha comenzado a moverse, uno debería permanecer en total silencio: de lo contrario, el movimiento será tosco.
El movimiento corporal es bueno, pero es un movimiento tosco; y si toda la energía se canaliza en el movimiento tosco, el movimiento sutil no se iniciará.
Uno tiene que llegar al punto en donde el cuerpo está completamente quieto como una estatua, de modo que todo movimiento tosco se detenga, pero la energía está allí, lista para moverse. Como no hay salida para eso en el cuerpo, entonces busca una nueva apertura que no es del cuerpo… comienza a moverse en las capas sutiles.
Pero primero es necesario el movimiento. Si la energía no se está moviendo, puedes sentarte como una piedra y nada sucederá.
Lo primero es ayudar a la energía a moverse, y lo segundo es inmovilizar el cuerpo cuando la energía está realmente moviéndose. Cuando la energía está palpitando fuertemente y se halla lista para movilizarse, entonces tendrá que moverse hacia las capas sutiles, porque lo tosco ya no estará disponible.
Así es que al principio hazlo en forma dinámica, y luego permite al cuerpo permanecer quieto para que el dinamismo entre más profundo, a la raíz misma, al centro mismo de tu ser.
Haz una síntesis: veinte minutos de movimientos corporales y, al cabo de los veinte minutos, detente de improviso. Puedes tener una alarma y cuando esta comience a sonar, detente en el acto.
El cuerpo está lleno de energía; pero ahora, dado que el cuerpo está congelado, la energía comenzará a buscar nuevos caminos… este es el método para trabajar hacia adentro.
Cuando la energía ha comenzado a moverse, uno debería permanecer en total silencio: de lo contrario, el movimiento será tosco.
El movimiento corporal es bueno, pero es un movimiento tosco; y si toda la energía se canaliza en el movimiento tosco, el movimiento sutil no se iniciará.
Uno tiene que llegar al punto en donde el cuerpo está completamente quieto como una estatua, de modo que todo movimiento tosco se detenga, pero la energía está allí, lista para moverse. Como no hay salida para eso en el cuerpo, entonces busca una nueva apertura que no es del cuerpo… comienza a moverse en las capas sutiles.
Pero primero es necesario el movimiento. Si la energía no se está moviendo, puedes sentarte como una piedra y nada sucederá.
Lo primero es ayudar a la energía a moverse, y lo segundo es inmovilizar el cuerpo cuando la energía está realmente moviéndose. Cuando la energía está palpitando fuertemente y se halla lista para movilizarse, entonces tendrá que moverse hacia las capas sutiles, porque lo tosco ya no estará disponible.
Así es que al principio hazlo en forma dinámica, y luego permite al cuerpo permanecer quieto para que el dinamismo entre más profundo, a la raíz misma, al centro mismo de tu ser.
Haz una síntesis: veinte minutos de movimientos corporales y, al cabo de los veinte minutos, detente de improviso. Puedes tener una alarma y cuando esta comience a sonar, detente en el acto.
El cuerpo está lleno de energía; pero ahora, dado que el cuerpo está congelado, la energía comenzará a buscar nuevos caminos… este es el método para trabajar hacia adentro.
Invitado- Invitado
MANTRA
Si tienes oído para la música, si tienes un corazón que puede entender la música, no sólo entender, sino sentir, entonces un mantra será útil. Porque entonces podrás unificarte con los sonidos internos, entonces podrás moverte con esos sonidos hacia capas más y más sutiles. Luego llega un momento en que todos los sonidos desaparecen y sólo queda el sonido universal.
Ese es “aum”.
Una persona realmente meditativa es
juguetona; para ella la vida es diversión,
la vida es un juego… La disfruta
tremendamente; no es seria, está relajada.
La meditación es necesaria sólo porque no
has escogido ser feliz, ninguna
meditación será necesaria.
La meditación tiene carácter medicinal.
Si estás enfermo, necesitarás la medicina.
Los budas no necesitan medicina.
Una vez que has comenzado a escoger la
felicidad, una vez que has decidido que
debes ser feliz, la meditación comenzará a
ocurrir por sí sola.
Ese es “aum”.
Una persona realmente meditativa es
juguetona; para ella la vida es diversión,
la vida es un juego… La disfruta
tremendamente; no es seria, está relajada.
La meditación es necesaria sólo porque no
has escogido ser feliz, ninguna
meditación será necesaria.
La meditación tiene carácter medicinal.
Si estás enfermo, necesitarás la medicina.
Los budas no necesitan medicina.
Una vez que has comenzado a escoger la
felicidad, una vez que has decidido que
debes ser feliz, la meditación comenzará a
ocurrir por sí sola.
Invitado- Invitado
EL NOMBRE DE JESUS
Si el nombre de Jesús te conmueve, siéntate en silencio y permite que el nombre te conmueva.
A veces di, silenciosamente ¡Jesús!, y luego espera. Esto se convertirá en tu mantra. Así es como nace un verdadero mantra.
Nadie te puede dar un mantra: tienes que encontrar lo que te atrae, lo que te conmueve, lo que produce un gran impacto en tu alma. Si es ¡Jesús!, pues perfecto.
A veces, sentado en silencio, repite ¡Jesús! Y espera, y deja que el nombre entre profundamente, más profundo, a los lugares recónditos de tu ser. Deja que entre a las entrañas de tu ser. ¡Y permite! Si comienzas a bailar, bien; si comienzas a llorar, bien. Si comienzas a reír, bien.
Lo que sea que suceda con esto, deja que salga… permítelo, no interfieras, no manipules. Déjate llevar y tendrás tus primeros vislumbres de oración y meditación, y tus primeros vislumbres de Dios. Los primeros rayos comenzarán a penetrar la noche oscura de tu alma.
Servirá cualquier sonido que se sienta estético y bello, cualquier sonido que produzca emoción y goce en el corazón. Aunque no pertenezca a ningún idioma; ese no es el punto, puedes encontrar sonidos puros que entren aún más profundo. Porque cuando usas una palabra determinada, esta tiene cierto significado, y esos significados se convierten en una limitación.
Cuando usas un sonido puro, este no tiene limitación, es infinito.
A veces di, silenciosamente ¡Jesús!, y luego espera. Esto se convertirá en tu mantra. Así es como nace un verdadero mantra.
Nadie te puede dar un mantra: tienes que encontrar lo que te atrae, lo que te conmueve, lo que produce un gran impacto en tu alma. Si es ¡Jesús!, pues perfecto.
A veces, sentado en silencio, repite ¡Jesús! Y espera, y deja que el nombre entre profundamente, más profundo, a los lugares recónditos de tu ser. Deja que entre a las entrañas de tu ser. ¡Y permite! Si comienzas a bailar, bien; si comienzas a llorar, bien. Si comienzas a reír, bien.
Lo que sea que suceda con esto, deja que salga… permítelo, no interfieras, no manipules. Déjate llevar y tendrás tus primeros vislumbres de oración y meditación, y tus primeros vislumbres de Dios. Los primeros rayos comenzarán a penetrar la noche oscura de tu alma.
Servirá cualquier sonido que se sienta estético y bello, cualquier sonido que produzca emoción y goce en el corazón. Aunque no pertenezca a ningún idioma; ese no es el punto, puedes encontrar sonidos puros que entren aún más profundo. Porque cuando usas una palabra determinada, esta tiene cierto significado, y esos significados se convierten en una limitación.
Cuando usas un sonido puro, este no tiene limitación, es infinito.
Invitado- Invitado
“SI, SI, SI”
Has del “si” un mantra.
Cada noche, antes de irte a dormir, repite “si, si”. Sintonízate con esto, mécete con esto, déjalo venir por todo tu ser, de pies a cabeza.
Déjalo penetrar. Repite “sí, sí, sí”.
Que por diez minutos esa sea tu oración en la noche; luego ve a dormir.
Y temprano en la mañana, nuevamente, durante por lo menos tres minutos, siéntate en tu cama.
Lo primero que hay que hacer es repetir “sí” y meterse en la sensación de esto.
Durante el día, cuando sea que comiences a sentirte negativo, detente en el camino, en cualquier lugar…
Si puedes decir en voz alta “sí, sí”, bien…
De no ser así, al menos puedes decir “sí, sí” en silencio.
Cada noche, antes de irte a dormir, repite “si, si”. Sintonízate con esto, mécete con esto, déjalo venir por todo tu ser, de pies a cabeza.
Déjalo penetrar. Repite “sí, sí, sí”.
Que por diez minutos esa sea tu oración en la noche; luego ve a dormir.
Y temprano en la mañana, nuevamente, durante por lo menos tres minutos, siéntate en tu cama.
Lo primero que hay que hacer es repetir “sí” y meterse en la sensación de esto.
Durante el día, cuando sea que comiences a sentirte negativo, detente en el camino, en cualquier lugar…
Si puedes decir en voz alta “sí, sí”, bien…
De no ser así, al menos puedes decir “sí, sí” en silencio.
Invitado- Invitado
SE TAN NEGATIVO COMO PUEDAS
Prueba este método cada noche por sesenta minutos.
Por cuarenta minutos, vuélvete negativo, tan negativo como puedas.
Cierra las puertas, pon almohadones por el cuarto.
Descuelga el teléfono y dile a todo el mundo que por una hora no has de ser molestado.
Pon una nota en la puerta diciendo que te deben dejar totalmente solo durante una hora. Haz las cosas tan sombrías como sea posible. Pon alguna música lóbrega y siéntete muerto.
Siéntate y siéntete negativo. Repite “No” como mantra.
Imagina escenas del pasado, cuando estabas muy opaco y muerto y querías suicidarte, y no había deleite en tu vida, y exagéralas.
Produce toda esta situación a tu alrededor.
Tu mente te distraerá. Te dirá: “¿Qué estás haciendo? ¡La noche está tan hermosa, y hay luna llena!” No escuches a la mente. Dile que puede venir después, pero ahora tú te estás dedicando completamente a la negatividad. Sé religiosamente negativo. Llora… laméntate… grita…chilla… maldice… lo que sea que quieras hacer, pero recuerda una cosa: no te pongas contento, no permitas ninguna alegría. Si te sorprendes en eso ¡date una bofetada de inmediato! Fuérzate a regresar a la negatividad, y comienza a pegarle a las almohadas, a pelear con ellas, a saltar.
¡Ponte detestable!
Encontrarás que es muy, muy difícil, ser negativo durante esos cuarenta minutos.
Esta es una de las leyes básicas de la mente: cualquier cosa que hagas en forma consciente, no puedes hacerla. Pero hazla, y cuando la hagas conscientemente, sentirás una separación.
Lo estás haciendo, pero aún eres un testigo; no estás perdido en esto. Surge una distancia, y esa distancia es tremendamente hermosa.
No estoy diciendo que haya que crear esa distancia. Ese es un producto lateral, no necesitas preocuparte por esto.
Después de cuarenta minutos, de improviso, salta fuera de la negatividad.
Tira lejos las almohadas, prende las luces, pon música hermosa y baila durante veinte minutos.
Sólo di: “¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!” Deja que ese sea tu mantra. Y luego toma una buena ducha. Esta sacará toda la negatividad de raíz, y te dará un nuevo vislumbre del decir “si”. Y llegar a decir “si” es de lo que la religión se trata.
Hemos sido entrenados a decir “no”, así es como la sociedad entera se ha vuelto fea.
De manera que esto te limpiará completamente. Tienes energía, pero esa energía está totalmente rodeada por rocas negativas, y estas no la dejan salir. Una vez que estas rocas sean quitadas, tendrás un hermoso flujo. Está ahí, lista para salir, pero primero tienes que entrar en la negatividad. Sin ir profundamente en el “no” nadie puede llegar a la cima del “si”. Tienes que llegar a decirle “no” a todo; entonces el decir “si” surgirá de eso.
Por cuarenta minutos, vuélvete negativo, tan negativo como puedas.
Cierra las puertas, pon almohadones por el cuarto.
Descuelga el teléfono y dile a todo el mundo que por una hora no has de ser molestado.
Pon una nota en la puerta diciendo que te deben dejar totalmente solo durante una hora. Haz las cosas tan sombrías como sea posible. Pon alguna música lóbrega y siéntete muerto.
Siéntate y siéntete negativo. Repite “No” como mantra.
Imagina escenas del pasado, cuando estabas muy opaco y muerto y querías suicidarte, y no había deleite en tu vida, y exagéralas.
Produce toda esta situación a tu alrededor.
Tu mente te distraerá. Te dirá: “¿Qué estás haciendo? ¡La noche está tan hermosa, y hay luna llena!” No escuches a la mente. Dile que puede venir después, pero ahora tú te estás dedicando completamente a la negatividad. Sé religiosamente negativo. Llora… laméntate… grita…chilla… maldice… lo que sea que quieras hacer, pero recuerda una cosa: no te pongas contento, no permitas ninguna alegría. Si te sorprendes en eso ¡date una bofetada de inmediato! Fuérzate a regresar a la negatividad, y comienza a pegarle a las almohadas, a pelear con ellas, a saltar.
¡Ponte detestable!
Encontrarás que es muy, muy difícil, ser negativo durante esos cuarenta minutos.
Esta es una de las leyes básicas de la mente: cualquier cosa que hagas en forma consciente, no puedes hacerla. Pero hazla, y cuando la hagas conscientemente, sentirás una separación.
Lo estás haciendo, pero aún eres un testigo; no estás perdido en esto. Surge una distancia, y esa distancia es tremendamente hermosa.
No estoy diciendo que haya que crear esa distancia. Ese es un producto lateral, no necesitas preocuparte por esto.
Después de cuarenta minutos, de improviso, salta fuera de la negatividad.
Tira lejos las almohadas, prende las luces, pon música hermosa y baila durante veinte minutos.
Sólo di: “¡Sí! ¡Sí! ¡Sí!” Deja que ese sea tu mantra. Y luego toma una buena ducha. Esta sacará toda la negatividad de raíz, y te dará un nuevo vislumbre del decir “si”. Y llegar a decir “si” es de lo que la religión se trata.
Hemos sido entrenados a decir “no”, así es como la sociedad entera se ha vuelto fea.
De manera que esto te limpiará completamente. Tienes energía, pero esa energía está totalmente rodeada por rocas negativas, y estas no la dejan salir. Una vez que estas rocas sean quitadas, tendrás un hermoso flujo. Está ahí, lista para salir, pero primero tienes que entrar en la negatividad. Sin ir profundamente en el “no” nadie puede llegar a la cima del “si”. Tienes que llegar a decirle “no” a todo; entonces el decir “si” surgirá de eso.
Invitado- Invitado
¡SE UN ANIMAL!
Comienza una meditación en la noche. Siente como si no fueras en absoluto un ser humano.
Pues escoger cualquier animal que te guste. Si te gusta un gato, bien. Si te gusta un perro, bien. Un tigre, macho, hembra… Cualquier cosa que te guste. Simplemente elige pero luego mantén tu elección.
Conviértete en ese animal. Muévete en cuatro patas por el cuarto y conviértete en ese animal.
Durante quince minutos disfruta lo más que puedas de la fantasía. Si eres un perro, ladra y haz las cosas que se espera que un perro haga… ¡Y lo haces realmente! Disfrútalo. Y no lo controles, porque un perro no puede controlar. Un perro significa absoluta libertad, de manera que cualquier cosa que suceda en ese momento, hazla. En ese momento no traigas el elemento humano del control. Sé realmente, aperradamente, un perro.
Durante quince minutos vaga por el cuarto… ladra… brinca. Eso te ayudará. Necesitas un poco más de energía animal. Eres demasiado sofisticado, demasiado civilizado, y eso te está paralizando. Demasiada civilización resulta paralizante. Es bueno en pequeñas dosis, pero demasiado de esto es peligroso.
Uno siempre debiera ser capaz de ser un animal.
Tu animal debe ser liberado.
Si puedes aprender a ser un poco salvaje, todos tus problemas desaparecen. Comienza desde esta noche ¡y disfrútalo!
Pues escoger cualquier animal que te guste. Si te gusta un gato, bien. Si te gusta un perro, bien. Un tigre, macho, hembra… Cualquier cosa que te guste. Simplemente elige pero luego mantén tu elección.
Conviértete en ese animal. Muévete en cuatro patas por el cuarto y conviértete en ese animal.
Durante quince minutos disfruta lo más que puedas de la fantasía. Si eres un perro, ladra y haz las cosas que se espera que un perro haga… ¡Y lo haces realmente! Disfrútalo. Y no lo controles, porque un perro no puede controlar. Un perro significa absoluta libertad, de manera que cualquier cosa que suceda en ese momento, hazla. En ese momento no traigas el elemento humano del control. Sé realmente, aperradamente, un perro.
Durante quince minutos vaga por el cuarto… ladra… brinca. Eso te ayudará. Necesitas un poco más de energía animal. Eres demasiado sofisticado, demasiado civilizado, y eso te está paralizando. Demasiada civilización resulta paralizante. Es bueno en pequeñas dosis, pero demasiado de esto es peligroso.
Uno siempre debiera ser capaz de ser un animal.
Tu animal debe ser liberado.
Si puedes aprender a ser un poco salvaje, todos tus problemas desaparecen. Comienza desde esta noche ¡y disfrútalo!
Invitado- Invitado
Morir conscientemente
Meditación quiere decir entregarse, un completo dejarse llevar. Tan pronto como uno se entrega se encuentra en manos de lo Divino. Si nos aferramos a nosotros mismos no podemos hacernos uno con el Todopoderoso. Cuando las olas desaparecen, se convierten en el mismo océano.
Probemos con algunos experimentos para tratar de comprender qué es la meditación.
Siéntate de forma que no estés en contacto con nadie. Cierra lentamente tus ojos y mantén tu cuerpo relajado. Relájate completamente de forma que no haya ninguna tensión, ninguna contracción en el cuerpo.
Imagina ahora que hay un río que discurre muy rápidamente, con una tremenda fuerza, entre dos montañas. Obsérvalo y sumérgete en él,... pero no nades. Deja tu cuerpo flotar sin ningún movimiento. Ahora te estás moviendo con el río, simplemente flotando. No hay ningún lugar al que llegar, ningún destino; no hay, por tanto, porqué nadar. Siéntete como si fueras una hoja seca flotando inerte en el río. Vívelo claramente de forma que puedas saber lo que quiere decir "entregarse", "dejarse llevar completamente".
Si has comprendido cómo flotar, descubre ahora cómo morir y cómo disolverte por completo. Mantén tus ojos cerrados, deja que tu cuerpo se afloje y relájalo completamente. Observa que una pira está ardiendo. Hay un montón de leña a la que se ha prendido fuego y las llamas de la pira parecen llegar hasta el cielo. Y recuerda una cosa más: no estás solamente observando como arde la pira, sino que tú has sido colocado en ella. Todos tus amigos y parientes están a tu alrededor.
Es mejor experimentar conscientemente este momento de muerte, pues, un día u otro, nos llegará. Con las llamas ascendiendo más y más alto, siente que tu cuerpo se está quemando. Al cabo de un tiempo, la pira se apagará por sí misma. La gente se dispersará y el cementerio quedará vacío y en silencio de nuevo. Siéntelo y verás que todo se ha quedado tranquilo y que no quedan más que las cenizas. Te has disuelto por completo. Recuerda esta experiencia de sentir como te disuelves, porque la meditación no es nada más que una clase de muerte.
Mantén ahora tus ojos cerrados y relájate completamente. No has de hacer nada. No hay necesidad de hacer nada. Antes de que existieras las cosas eran como eran y seguirán siendo lo mismo incluso cuando hayas muerto.
Siente ahora que todo aquello que está sucediendo es lo que ha de suceder. Siente su "cualidad de ser lo que se es". Es así; solamente puede ser así; no hay otra forma posible, así que, ¿por qué resistirse? Con la "cualidad ser lo que es es" uno se refiere a la "ausencia de resistencia" No existen expectativas de que las cosas puedan ser distintas de lo que son. La hierba es verde, el cielo es azul, las olas del océano braman, los pájaros cantan, los cuervos graznan,... No hay una resistencia por tu parte porque la vida es así. De repente, ocurre una transformación. Aquello que era normalmente considerado como una molestia parece ser ahora algo amistoso. No estás en contra de nada, eres feliz con todo tal como está.
De modo que lo primero que has de hacer es flotar, más que nadar, en el océano de la Existencia. Para uno que está dispuesto a flotar, el río lo lleva al océano. Si no nos resistimos, la vida misma nos lleva hasta lo Divino.
En segundo lugar, has de disolverte a ti mismo, más que salvarte a ti mismo de la muerte. Aquello que deseemos salvar, seguro que morirá, y aquello que haya de quedar eternamente, estará allí sin esfuerzo de nuestra parte. Aquél que está dispuesto a morir es capaz de abrir sus puertas para dar la bienvenida a lo Divino, pero sí mantienes tus puertas cerradas debido al miedo a la muerte, lo haces al precio de no alcanzar lo Divino. La meditación es morir.
Lo último que has de vivir es "el ser lo que se es". Solamente una simultánea aceptación de flores y espinas puede traer la paz. La paz, después de todo, es el fruto de una total aceptación. La paz llegará a aquél que esté dispuesto a aceptar incluso la ausencia de paz.
Cierra pues tus ojos, relaja tu cuerpo y siente como si el cuerpo no tuviera vida. Siente como si tu cuerpo se estuviera relajando. Continúa sintiendo esto, y al cabo de poco tiempo descubrirás que no eres el amo del cuerpo. Cada célula, cada nervio del cuerpo se sentirá relajado, como si el cuerpo no existiera. Deja el cuerpo sólo, como si estuviera flotando en el río. Deja que el río de la vida te lleve donde él quiera, y flota en él como una hoja seca.
Siente ahora que tu respiración se está calmando gradualmente, que se está volviendo silenciosa. Mientras tú aliento se silencia, sentirás que te estás disolviendo. Sentirás como si estuvieras en la pira ardiente y te hubieras quemado por completo. No han quedado ni siquiera las cenizas.
Siente ahora el sonido de los pájaros, los rayos del sol, las olas del océano, y sé su testigo; receptivo y al mismo tiempo estando alerta, observando. El cuerpo está relajado, la respiración es silenciosa, y tú estás en el estado de "ser lo que eres"; simplemente eres un testigo de todo esto.
Gradualmente experimentarás una transformación interior y luego, de repente, algo en tu interior se silenciará. La mente se habrá silenciado y vaciado. Siente esto, sé su testigo, y experiméntalo. El río se ha llevado tu cuerpo flotando, la pira lo ha quemado y tú has sido testigo de eso. En esta nada, surge una dicha que denominamos Divinidad.
Respira ahora lentamente dos o tres veces y con cada respiración sentirás paz, frescura, y un placer extático. Abre ahora lentamente tus ojos y regresa de la meditación.
Prueba este experimento por la noche antes de acostarte y vete a dormir justo cuando acabes. Gradualmente, tu sueño se convertirá en meditación.
Probemos con algunos experimentos para tratar de comprender qué es la meditación.
Siéntate de forma que no estés en contacto con nadie. Cierra lentamente tus ojos y mantén tu cuerpo relajado. Relájate completamente de forma que no haya ninguna tensión, ninguna contracción en el cuerpo.
Imagina ahora que hay un río que discurre muy rápidamente, con una tremenda fuerza, entre dos montañas. Obsérvalo y sumérgete en él,... pero no nades. Deja tu cuerpo flotar sin ningún movimiento. Ahora te estás moviendo con el río, simplemente flotando. No hay ningún lugar al que llegar, ningún destino; no hay, por tanto, porqué nadar. Siéntete como si fueras una hoja seca flotando inerte en el río. Vívelo claramente de forma que puedas saber lo que quiere decir "entregarse", "dejarse llevar completamente".
Si has comprendido cómo flotar, descubre ahora cómo morir y cómo disolverte por completo. Mantén tus ojos cerrados, deja que tu cuerpo se afloje y relájalo completamente. Observa que una pira está ardiendo. Hay un montón de leña a la que se ha prendido fuego y las llamas de la pira parecen llegar hasta el cielo. Y recuerda una cosa más: no estás solamente observando como arde la pira, sino que tú has sido colocado en ella. Todos tus amigos y parientes están a tu alrededor.
Es mejor experimentar conscientemente este momento de muerte, pues, un día u otro, nos llegará. Con las llamas ascendiendo más y más alto, siente que tu cuerpo se está quemando. Al cabo de un tiempo, la pira se apagará por sí misma. La gente se dispersará y el cementerio quedará vacío y en silencio de nuevo. Siéntelo y verás que todo se ha quedado tranquilo y que no quedan más que las cenizas. Te has disuelto por completo. Recuerda esta experiencia de sentir como te disuelves, porque la meditación no es nada más que una clase de muerte.
Mantén ahora tus ojos cerrados y relájate completamente. No has de hacer nada. No hay necesidad de hacer nada. Antes de que existieras las cosas eran como eran y seguirán siendo lo mismo incluso cuando hayas muerto.
Siente ahora que todo aquello que está sucediendo es lo que ha de suceder. Siente su "cualidad de ser lo que se es". Es así; solamente puede ser así; no hay otra forma posible, así que, ¿por qué resistirse? Con la "cualidad ser lo que es es" uno se refiere a la "ausencia de resistencia" No existen expectativas de que las cosas puedan ser distintas de lo que son. La hierba es verde, el cielo es azul, las olas del océano braman, los pájaros cantan, los cuervos graznan,... No hay una resistencia por tu parte porque la vida es así. De repente, ocurre una transformación. Aquello que era normalmente considerado como una molestia parece ser ahora algo amistoso. No estás en contra de nada, eres feliz con todo tal como está.
De modo que lo primero que has de hacer es flotar, más que nadar, en el océano de la Existencia. Para uno que está dispuesto a flotar, el río lo lleva al océano. Si no nos resistimos, la vida misma nos lleva hasta lo Divino.
En segundo lugar, has de disolverte a ti mismo, más que salvarte a ti mismo de la muerte. Aquello que deseemos salvar, seguro que morirá, y aquello que haya de quedar eternamente, estará allí sin esfuerzo de nuestra parte. Aquél que está dispuesto a morir es capaz de abrir sus puertas para dar la bienvenida a lo Divino, pero sí mantienes tus puertas cerradas debido al miedo a la muerte, lo haces al precio de no alcanzar lo Divino. La meditación es morir.
Lo último que has de vivir es "el ser lo que se es". Solamente una simultánea aceptación de flores y espinas puede traer la paz. La paz, después de todo, es el fruto de una total aceptación. La paz llegará a aquél que esté dispuesto a aceptar incluso la ausencia de paz.
Cierra pues tus ojos, relaja tu cuerpo y siente como si el cuerpo no tuviera vida. Siente como si tu cuerpo se estuviera relajando. Continúa sintiendo esto, y al cabo de poco tiempo descubrirás que no eres el amo del cuerpo. Cada célula, cada nervio del cuerpo se sentirá relajado, como si el cuerpo no existiera. Deja el cuerpo sólo, como si estuviera flotando en el río. Deja que el río de la vida te lleve donde él quiera, y flota en él como una hoja seca.
Siente ahora que tu respiración se está calmando gradualmente, que se está volviendo silenciosa. Mientras tú aliento se silencia, sentirás que te estás disolviendo. Sentirás como si estuvieras en la pira ardiente y te hubieras quemado por completo. No han quedado ni siquiera las cenizas.
Siente ahora el sonido de los pájaros, los rayos del sol, las olas del océano, y sé su testigo; receptivo y al mismo tiempo estando alerta, observando. El cuerpo está relajado, la respiración es silenciosa, y tú estás en el estado de "ser lo que eres"; simplemente eres un testigo de todo esto.
Gradualmente experimentarás una transformación interior y luego, de repente, algo en tu interior se silenciará. La mente se habrá silenciado y vaciado. Siente esto, sé su testigo, y experiméntalo. El río se ha llevado tu cuerpo flotando, la pira lo ha quemado y tú has sido testigo de eso. En esta nada, surge una dicha que denominamos Divinidad.
Respira ahora lentamente dos o tres veces y con cada respiración sentirás paz, frescura, y un placer extático. Abre ahora lentamente tus ojos y regresa de la meditación.
Prueba este experimento por la noche antes de acostarte y vete a dormir justo cuando acabes. Gradualmente, tu sueño se convertirá en meditación.
Invitado- Invitado
Simplemente mantente centrado
“Cuando no tengas nada que hacer, siéntate simplemente y ubícate interiormente en el lugar que está cinco centímetros debajo del ombligo, y permanece allí.
Fijar la atención en este centro te va a ayudar enormemente, así que, entre más te situes allí, mejor será. De esta manera se creará un centro para tus energías vitales. Tú sólo tienes que empezar a observarlo y empezará a funcionar, empezarás a sentir que toda la vida gira alrededor de este centro. La vida se inicia en el hara, y en el hara es donde la vida termina. Todos los centros de nuestro cuerpo están distantes; el hara está exáctamente en el centro que es donde estamos enraizados y equilibrados, así que una vez uno toma conciencia del hara, muchas cosas empiezan a suceder.
Cuanta más conciencia tomes del hara, menos miedo tendrás de la vida y de la muerte, porque éste es el centro de la vida y de la muerte. Una vez estás en armonía con el centro del hara, puedes vivir valerosamente. El valor surge de allí: habrá menos pensamientos, más silencio, menos momentos sin control, una disciplina natural, valor y arraigo, una raigambre.”
Fijar la atención en este centro te va a ayudar enormemente, así que, entre más te situes allí, mejor será. De esta manera se creará un centro para tus energías vitales. Tú sólo tienes que empezar a observarlo y empezará a funcionar, empezarás a sentir que toda la vida gira alrededor de este centro. La vida se inicia en el hara, y en el hara es donde la vida termina. Todos los centros de nuestro cuerpo están distantes; el hara está exáctamente en el centro que es donde estamos enraizados y equilibrados, así que una vez uno toma conciencia del hara, muchas cosas empiezan a suceder.
Cuanta más conciencia tomes del hara, menos miedo tendrás de la vida y de la muerte, porque éste es el centro de la vida y de la muerte. Una vez estás en armonía con el centro del hara, puedes vivir valerosamente. El valor surge de allí: habrá menos pensamientos, más silencio, menos momentos sin control, una disciplina natural, valor y arraigo, una raigambre.”
Invitado- Invitado
Un poco en cualquier momento
Cuándo:“Cuando tengas un momento. No hace falta que te fijes un tiempo. Usa el tiempo de que dispongas. En el baño, cuando tengas 10 minutos, siéntate debajo de la ducha y medita. En la mañana, en la tarde, sólo cuatro o cinco veces, a pequeños intervalos; sólo durante cinco minutos. Medita y verás que se convierte en un alimento constante.
Duración: Sólo unos pocos minutos.
Primer paso: Relaja la respiración.
Relaja el sistema de respirar, eso es todo. No hace falta relajar todo el cuerpo. Cuando vayas sentado en el tren o en un avión, o en un automóvil, nadie se dará cuenta de que estás haciendo algo. Simplemente relaja el sistema de respirar. Deja que se manifieste con su forma natural de funcionar
Segundo paso: Observa la respiración.
Cierra luego los ojos y observa la respiración entrando, saliendo, entrando. Relájate simplemente y observa la respiración. Nada se excluye de esta observación. El automóvil funciona: de acuerdo, acéptalo. El tráfico pasa: está bien, es parte de la vida. El pasajero que va a tu lado ronca: acéptalo. No hay nada que rechazar. No se trata de estrechar tu conciencia
La concentración es un estrechamiento de la conciencia, que te vuelve puntual, pero en competición con lo demás. Luchas con todo lo demás porque tienes miedo de perder el punto. Puedes distraerte, y eso se vuelve perturbador.
No hay necesidad de hacerlo durante 24 horas. Con una taza de meditación es suficiente! No hace falta beberse todo el río. Solo una taza de té es suficiente. Hazlo tan fácil como sea posible. Lo fácil es lo correcto. Hazlo tan naturalmente como sea posible. Y no lo persigas; hazlo solamente cuando tengas tiempo. No lo conviertas en un hábito, porque todos los hábitos vienen de la mente, y una persona real no tiene hábitos en realidad.”
Duración: Sólo unos pocos minutos.
Primer paso: Relaja la respiración.
Relaja el sistema de respirar, eso es todo. No hace falta relajar todo el cuerpo. Cuando vayas sentado en el tren o en un avión, o en un automóvil, nadie se dará cuenta de que estás haciendo algo. Simplemente relaja el sistema de respirar. Deja que se manifieste con su forma natural de funcionar
Segundo paso: Observa la respiración.
Cierra luego los ojos y observa la respiración entrando, saliendo, entrando. Relájate simplemente y observa la respiración. Nada se excluye de esta observación. El automóvil funciona: de acuerdo, acéptalo. El tráfico pasa: está bien, es parte de la vida. El pasajero que va a tu lado ronca: acéptalo. No hay nada que rechazar. No se trata de estrechar tu conciencia
La concentración es un estrechamiento de la conciencia, que te vuelve puntual, pero en competición con lo demás. Luchas con todo lo demás porque tienes miedo de perder el punto. Puedes distraerte, y eso se vuelve perturbador.
No hay necesidad de hacerlo durante 24 horas. Con una taza de meditación es suficiente! No hace falta beberse todo el río. Solo una taza de té es suficiente. Hazlo tan fácil como sea posible. Lo fácil es lo correcto. Hazlo tan naturalmente como sea posible. Y no lo persigas; hazlo solamente cuando tengas tiempo. No lo conviertas en un hábito, porque todos los hábitos vienen de la mente, y una persona real no tiene hábitos en realidad.”
Invitado- Invitado
Entrando en el sueño conscientemente
El instante en el que te abandonadas al sueño, es el instante de encontrarte con el inconsciente. Has estado durmiendo todos los días, pero aún no has encarado el sueño. No lo has visto: qué es, cómo llega, cómo te abandonas a él. No sabes nada de él. Te has estado yendo a dormir cada noche y despertando del sueño cada mañana, pero nunca has percibido el instante en que llega el sueño, no has sentido lo que sucede. Prueba pues con este experimento y después, al cabo de tres meses, de repente, un día, te dormirás conscientemente.
Túmbate en tu cama, cierra tus ojos y entonces recuerda—¡recuerda!— que el sueño está llegando y que tú has de permanecer despierto cuando llegue. Este ejercicio es muy difícil. El primer día no tendrás éxito, al día siguiente no tendrás éxito, pero si persistes cada día,—constantemente recordando que el sueño está llegando y que tú no vas a permitir que se presente sin que te des cuenta, que has de sentir cómo el sueño te invade, lo que es el sueño—entonces un día el sueño aparecerá y tú estarás aún despierto. En ese mismo instante, tú te haces consciente de tu inconsciente. Y una vez te has vuelto consciente de tu inconsciente, nunca volverás a dormir. El sueño estará allí, pero tú estarás despierto; en ti habrá un centro que seguirá percibiendo. A tu alrededor habrá sueño y el centro seguirá percibiendo.
Cuando este centro percibe, los sueños son imposibles, y cuando los sueño son imposibles, los ensueños también son imposibles. Entonces dormirás de un modo distinto; aparecerá una cualidad diferente debido a ese hallazgo.
Túmbate en tu cama, cierra tus ojos y entonces recuerda—¡recuerda!— que el sueño está llegando y que tú has de permanecer despierto cuando llegue. Este ejercicio es muy difícil. El primer día no tendrás éxito, al día siguiente no tendrás éxito, pero si persistes cada día,—constantemente recordando que el sueño está llegando y que tú no vas a permitir que se presente sin que te des cuenta, que has de sentir cómo el sueño te invade, lo que es el sueño—entonces un día el sueño aparecerá y tú estarás aún despierto. En ese mismo instante, tú te haces consciente de tu inconsciente. Y una vez te has vuelto consciente de tu inconsciente, nunca volverás a dormir. El sueño estará allí, pero tú estarás despierto; en ti habrá un centro que seguirá percibiendo. A tu alrededor habrá sueño y el centro seguirá percibiendo.
Cuando este centro percibe, los sueños son imposibles, y cuando los sueño son imposibles, los ensueños también son imposibles. Entonces dormirás de un modo distinto; aparecerá una cualidad diferente debido a ese hallazgo.
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