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Considera tu esencia como rayos de luz ascendiendo de centro a centro por las vértebras y así se eleva la energía vital en ti. (técnica de meditación). Osho
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Considera tu esencia como rayos de luz ascendiendo de centro a centro por las vértebras y así se eleva la energía vital en ti. (técnica de meditación). Osho
Meditación Tántrica usando la Luz
Los Sutras
70 Considera tu esencia como rayos de luz ascendiendo de centro a centro por las vértebras y así se eleva la energía vital en ti.
El hombre puede ser considerado de tres maneras: desde el punto de vista de lo normal, de lo anormal y de lo supranormal. La psicología occidental se ocupa básicamente de lo anormal, de lo patológico, del hombre que ha caído por debajo de lo normal, que ha caído por debajo de la norma. La psicología oriental, el tantra y el yoga, consideran al hombre desde el punto de vista de lo supranormal: de alguien que ha ido más allá de la norma. Ambos son anormales. El que es patológico es anormal porque no está sano, y alguien que es supranormal es anormal porque está más sano que cualquier ser humano normal. La diferencia es de lo negativo y lo positivo.
La psicología occidental se desarrolló como parte de la psicoterapia. Freud, Jung, Adler y otros psicólogos estaban tratando al hombre anormal, al hombre que está mentalmente enfermo. Debido a esto, toda la actitud occidental hacia el hombre se ha vuelto errónea. Freud estudiaba casos patológicos. Por supuesto, ningún hombre sano acudía a él; sólo los que estaban enfermos mentalmente. Él los estudiaba, y debido a ese estudio pensó que ahora comprendía al hombre. Los hombres patológicos no son realmente hombres; están enfermos, y cualquier cosa basada en un estudio de ellos tendrá que ser profundamente errónea y dañina. Esto ha resultado dañino porque el hombre es considerado desde un punto de vista patológico. Si se elige un estado mental en particular y ese estado es mórbido, patológico, entonces toda la imagen del hombre quedó basada en la enfermedad. Debido a esta actitud, toda la sociedad occidental ha caído: porque el hombre enfermo es la base; lo pervertido se ha convertido en el fundamento.
Y si estudias sólo lo anormal, no puedes concebir ninguna posibilidad de seres supranormales. Un buda es imposible para Freud, inconcebible. Debe ser ficticio, mitológico. Freud sólo ha entrado en contacto con hombres enfermos que ni siquiera son normales, y todo lo que dice sobre el hombre normal está basado en el estudio del hombre anormal. Es como un médico que esté haciendo un estudio. Ninguna persona sana acudirá a él, no hay necesidad. Sólo irá la gente enferma. Estudiando tanta gente falta de salud, crea una imagen del hombre en su mente, pero esa imagen no puede ser del hombre. No puede serlo porque el hombre no es sólo enfermedades. Y si basas tu concepto del hombre en las enfermedades, toda la sociedad sufrirá.
La psicología oriental, especialmente el tantra y el yoga, también tiene un concepto del hombre, pero ese concepto está basado en el estudio de lo supranormal -Buda, Patanjali, Shankara, Nagarjuna, Kabir, Nanak -, en personas que han alcanzado la cumbre de la potencialidad y la posibilidad humanas. Lo más bajo no ha sido considerado; sólo lo más alto. Si consideras lo más alto, tu mente se vuelve una abertura; puedes crecer, porque ahora sabes que son posibles radios de acción más elevados. Si consideras lo más bajo, no es posible ningún crecimiento. No hay desafío. Si eres normal, te sientes feliz. Es suficiente que no estás pervertido, que no estás en un hospital psiquiátrico. Te puedes sentir bien, pero no hay desafío.
Pero si buscas lo supranormal, la posibilidad más alta que puedes alcanzar, si alguien ha llegado a ser esa posibilidad, si esa posibilidad se ha vuelto real en alguien, entonces se abre una opción de crecimiento. Puedes crecer. Se te presenta un desafío, y no necesitas estar satisfecho contigo mismo. Son posibles radios de acción más elevados, y te están llamando. Esto hay que comprenderlo a fondo. Sólo entonces será concebible la psicología del tantra. Lo que eres no es el final. Estás sólo en el medio. Puedes caer, puedes elevarte. Tu crecimiento no ha terminado. No eres el producto final; eres sólo un paso. Algo está creciendo constantemente en ti.
El tantra concibe y basa toda su técnica en esta posibilidad de crecimiento. Y, recuerda, a menos que llegues a ser lo que puedes llegar a ser, no alcanzarás la plenitud. Debes llegar a ser lo que puedes llegar a ser; ¡es indispensable! De lo contrario, estarás frustrado, te sentirás insignificante, te parecerá que tu vida no tiene ningún objetivo. Puedes seguir adelante, pero no puede haber ninguna alegría en ello. Y puede que tengas éxito en muchas otras cosas, pero fracasarás contigo mismo. Y esto está sucediendo. Alguien se hace muy rico y todo el mundo piensa que ahora ha triunfado. Todos excepto él mismo piensan que ha triunfado. Él conoce su fracaso. Tiene riqueza, pero ha fracasado. Eres un gran hombre, un líder, un político. Todo el mundo piensa que ha triunfado, pero ha fracasado. Este mundo es extraño: triunfas a los ojos de todos excepto a los tuyos propios.
Viene gente a mí a diario. Dicen que lo tienen todo, pero ahora ¿qué? Se sienten fracasados, pero ¿en qué han fracasado? Por lo que respecta a las cosas externas, no han fracasado, así que ¿por qué sienten este fracaso? Su potencialidad interna ha quedado en potencia. No han florecido. No han alcanzado lo que Maslow llama «autorrealización».
Son fracasados: fracasados internos, y en última instancia, lo que digan los demás no tiene sentido. Lo que tiene sentido es lo que sientes. Si sientes que eres un fracasado, los demás pueden pensar que eres un Napoleón o un Alejandro Magno, pero da lo mismo. Más bien, te deprime más. Todo el mundo piensa que eres un éxito, y ya no puedes decir que no lo eres; pero sabes que no lo eres. No puedes engañarte a ti mismo. Por lo que respecta a la autorrealización, no puedes engañarte. Tarde o temprano tendrás que apelar a ti mismo y sondear profundamente dentro de ti lo que ha sucedido. La vida ha sido desperdiciada. Has renunciado a una oportunidad y acumulado cosas que no significan nada.
La autorrealización alude a la cima más alta de tu crecimiento, en la que puedes sentir un hondo contento, en la que puedes decir: «Éste es mi destino, esto es para lo que fui destinado, ésta es la razón por la que estoy aquí en la Tierra». Al tantra le concierne esta autorrealización: cómo ayudarte a crecer más. Y recuerda: al tantra le interesas tú, no los ideales. Al tantra no le interesan los ideales; le interesas tú tal como eres y como puedes llegar a ser. Hay una gran diferencia. Todas las enseñanzas tienen que ver con ideales. Dicen que te vuelvas como Buda, que te vuelvas como Jesús, que te vuelvas así o asá. Tienen ideales, y tú tienes que volverte como esos ideales. El tantra no tiene ningún ideal para ti. Tu ideal desconocido está escondido dentro de ti; no se te puede dar. No tienes que volverte como Buda, no hay necesidad. Un Buda es suficiente, y ninguna repetición tiene ningún valor. La existencia siempre es única, nunca repite; la repetición es aburrida. La existencia siempre es nueva, eternamente nueva, de modo que ni siquiera Buda es repetido: un fenómeno tan bello queda sin repetir.
¿Por qué? Porque incluso si un Buda es repetido, producirá aburrimiento. ¿De qué sirve? Sólo lo único es significativo; las copias no son significativas. Sólo si eres de primera mano se cumple tu destino. Si eres de segunda mano, has errado.
De modo que el tantra nunca dice que seas así o asá; no hay ningún ideal. El tantra nunca habla de ideales; de ahí el nombre de «tantra». El tantra habla de técnicas, nunca de ideales. Habla de cómo puedes llegar a ser, nunca dice qué. Existe debido a ese cómo. Tantra significa técnica; la misma palabra «tantra» significa técnica. Se ocupa de «cómo» te puedes volver, no se ocupa de «qué». Ese «qué» lo proveerá tu crecimiento. Simplemente usa la técnica y, con el tiempo, tu potencialidad interna se hará realidad. La posibilidad inexplorada se abrirá y, cuando se abra, caerás en la cuenta de lo que es. Y nadie puede decir qué es. A menos que llegues a serlo, nadie puede predecir lo que puedes llegar a ser.
De manera que el tantra sólo te da técnicas, nunca ideales. En esto se diferencia de todas las enseñanzas morales. Las enseñanzas morales siempre te dan ideales. Incluso si hablan de técnicas, esas técnicas son siempre para ideales específicos. El tantra no te da ningún ideal; tú eres el ideal, y tu futuro es desconocido. Ningún ideal del pasado puede servir de ayuda, porque nada se puede repetir, y si se repite, no tiene sentido.
Los monjes Zen dicen que recuerdes y estés alerta. Si te encuentras con Buda en tu meditación, mátalo inmediatamente; no permitas que se quede ahí. Los monjes Zen son seguidores de Buda y, sin embargo, dicen que mates a Buda inmediatamente si te encuentras con él en tu meditación, porque la personalidad, el ideal de Buda, puede volverse tan hipnotizante que puede que te olvides de ti mismo; y si te olvidas de ti mismo, has errado el camino. Buda no es el ideal; tú eres el ideal, tu futuro desconocido. Eso es lo que hay que descubrir.
El tantra te da técnicas de descubrimiento. El tesoro está dentro de ti. Así que recuerda este segundo punto: es muy difícil creer que tú eres el ideal, difícil de creer para ti, porque todo el mundo está condenándote. Nadie te acepta, ni siquiera tú mismo. Tú sigues condenándote a ti mismo. Piensas siempre en función de ser como alguna otra persona, y eso es falso, peligroso. Si sigues pensando así, te volverás una falsificación, y todo será falso. ¿Sabes de dónde procede la palabra inglesa phony, «falso»? Procede de «teléfono». En los inicios del teléfono, la transmisión era tan falsa, tan irreal, que por el teléfono se oía una voz real y una voz falsa: una voz falsa que era mecánica. La voz real se perdía; sólo en los inicios. De ahí procede la palabra phony, «falso». Si estás imitando a otra persona, te volverás falso, no serás real. Te rodeará un dispositivo mecánico, y tu realidad, tu voz real, se perderá. Así que no seas falso, sé real.
El tantra cree en ti. Por eso hay tan pocos que creen en el tantra: porque nadie cree en sí mismo. El tantra cree en ti y dice que tú eres el ideal, así que no imites a nadie. La imitación creará una pseudopersonalidad en torno a ti. Puedes seguir viviendo con esa pseudopersonalidad pensando que es tú mismo, pero no lo es. De modo que lo segundo que hay que recordar es que no hay ningún ideal fijo. No puedes pensar en función del futuro; sólo puedes pensar en función del presente: tan sólo el futuro inmediato en el que puedes crecer.
No hay ningún futuro fijo, y es bueno que no haya ningún futuro fijo; de lo contrario, no habría libertad. Si hubiera un futuro fijo, el hombre sería un robot. No tienes un futuro fijo. Tienes muchísimas posibilidades; puedes crecer de muchas formas. Pero lo único que te dará satisfacción suprema es que crezcas, que crezcas de una manera que todo crecimiento produzca más crecimiento. Las técnicas son útiles porque son científicas. Te ahorran divagaciones innecesarias, tanteos innecesarios. Si no conoces ninguna técnica, tardarás muchas vidas. Llegarás al objetivo, porque la energía vital que hay dentro de ti se moverá, a menos que llegue al punto desde el que no es posible ningún movimiento. Seguirá yendo a la cima más alta, y esa es la razón por la que uno sigue naciendo una y otra vez. Abandonado a tu suerte, llegarás; pero tendrás que viajar muchísimo, y el viaje será muy pesado y aburrido.
Con un maestro, con técnicas científicas, puedes ganar mucho tiempo, oportunidad y energía. Y a veces, en unos segundos puedes crecer tanto que ni siquiera durante vidas podrás hacerlo. Si se usa una técnica correcta, el crecimiento explota, y estas técnicas han sido usadas en miles de años de experimentos. No fueron ideadas por un solo hombre; fueron ideadas por muchísimos buscadores, y sólo la esencia aparece aquí. En estas ciento doce técnicas, se han abordado todas las técnicas de todo el mundo. No existe en ninguna parte una técnica que no haya sido abordada en estas ciento doce; son toda la búsqueda espiritual en esencia. Pero todas las técnicas no son para todo el mundo, así que tendrás que probarlas. Sólo ciertas técnicas serán útiles para ti, y tendrás que probarlas. Hay dos maneras: o tanteando tú mismo hasta que tropieces con algo que empiece a funcionar y empieces a crecer, y entonces entres en ello; o te entregas a algún maestro y él descubre qué te vendrá bien. Éstas son las dos maneras. Puedes elegir.
Ahora las técnicas.
70 Visualiza rayos de luz subiendo por tu columna vertebral.
Primera técnica de luz: Considera tu esencia como rayos de luz ascendiendo de centro a centro por las vértebras, y así se eleva la energía vital en ti.
Muchos métodos de yoga se basan en esto. Primero comprende lo que es; luego la aplicación. Las vértebras, la columna son la base de tu cuerpo y de tu mente. Tu mente, tu cabeza, es la parte final de tu columna. El cuerpo entero está enraizado en la columna. Si la columna está joven, tú eres joven. Si la columna está vieja, tú eres viejo. Si puedes conservar joven tu columna, es difícil hacerse viejo. Todo depende de tu columna. Si tu columna está viva, tendrás una mente muy brillante Si tu columna está embotada y muerta, tendrás una mente muy torpe. Todo el yoga intenta de muchas maneras hacer que tu columna esté viva, brillante, llena de luz, joven y fresca.
La columna tiene dos cabos: el principio es el centro sexual, y el final es sahasrar, el séptimo centro en la parte superior de la cabeza. El principio de la columna está conectado a la tierra, y el sexo es lo más terrenal que hay en ti. Por el centro del principio de tu columna estás en contacto con la naturaleza, con lo que Sankhya ha llamado prakriti: la tierra, lo material. Por el último centro, del segundo polo, sahasrar, en la cabeza, estás en contacto con lo divino. Éstos son los dos polos de tu existencia. Primero el sexo y luego el sahasrar. En inglés no hay palabra para sahasrar. Éstos son los dos polos. Tu vida estará orientada o al sexo o a sahasrar. Tu energía estará fluyendo hacia abajo, desde el centro sexual de vuelta a la Tierra, o tu energía saldrá por el sahasrar al cosmos. Desde el sahasrar fluyes al Brahma, a la Existencia absoluta. Desde el sexo fluyes hacia abajo a la existencia relativa. Éstos son los dos flujos, las dos posibilidades. A no ser que empieces a fluir hacia arriba, tu desdicha nunca tendrá fin. Puede que tengas vislumbres de la felicidad, pero sólo vislumbres..., y muy ilusorios.
Cuando la energía empiece a ir hacia arriba, tendrás cada vez más vislumbres reales. Y una vez que llegue al sahasrar y salga por ahí, tendrás la dicha absoluta. Eso es el nirvana. Entonces no hay vislumbre; te vuelves la dicha misma. De modo que lo único que cuenta para el yoga y el tantra es cómo mover la energía hacia arriba por las vértebras, por la columna vertebral, cómo ayudarla a ir contra la gravedad. En sexo es muy fácil, porque obedece a la gravedad. La Tierra está tirando de todo hacia abajo, de vuelta; tu energía sexual es atraída por la Tierra. Puede que no lo hayas oído, pero los astronautas lo han sentido: en cuanto van más allá de la gravedad de la Tierra, no sienten mucha sexualidad. Según el cuerpo pierde peso, la sexualidad se disuelve, desaparece.
La Tierra está atrayendo tu energía vital hacia abajo, y esto es natural, porque la energía vital viene de la Tierra. Comes y estás creando energía vital dentro de ti; viene de la Tierra, y la Tierra está atrayéndola de vuelta. Todo vuelve a su fuente. Y si continúa moviéndose de esta forma -la energía vital volviendo una y otra vez, y tú te estás moviendo en círculo-, seguirás así durante vidas y vidas. Puedes seguir así infinitamente, a menos que des un salto como los astronautas. Como los astronautas, tienes que dar un salto de ir más allá del círculo. Entonces la pauta de la gravedad de la Tierra se rompe. ¡Puede romperse!
Las técnicas para poder romperla están aquí; para que la energía pueda moverse verticalmente y se eleve dentro de ti, llegando a nuevos centros; para que puedan revelarse nuevas energías dentro de ti, volviéndote una persona nueva con cada movimiento. Y en el momento en que la energía sale por tu sahasrar, el polo opuesto del sexo, ya no eres un hombre. Entonces no perteneces a esta Tierra; te has vuelto divino. Esto es lo que se quiere decir cuando se dice que Krishna es Dios o que Buda es Dios. Sus cuerpos son como el tuyo -sus cuerpos tendrán que caer enfermos y tendrán que morir-; todo sucede en sus cuerpos como te sucede a ti. Sólo una cosa no está sucediendo en sus cuerpos que te está sucediendo a ti: la energía ha roto la pauta de la gravedad.
Pero eso no puedes verlo, no es visible para tus ojos. Pero, a veces, cuando estás sentado al lado de un buda, puedes percibir esto. De pronto notas un estallido de energía dentro de ti, y tu energía empieza a ascender. Sólo entonces sabes que ha sucedido algo. Con sólo estar en contacto con un buda, tu energía empieza a ascender hacia el sahasran, Un buda es tan poderoso que incluso la Tierra es menos poderosa; no puede atraer tu energía hacia abajo. Los que han notado esto en torno a un Jesús, un Buda, un Krishna, los han llamado Dios. Tienen una fuente diferente de energía que es más fuerte que la Tierra.
¿Cómo se puede romper la pauta? Esta técnica es muy útil para romper la pauta. Primero comprende algo básico. En primer lugar, si has observado, debes de haber comprobado que tu energía sexual se mueve con la imaginación. Sólo mediante la imaginación comienza a funcionar tu centro sexual. En realidad, sin imaginación no puede funcionar. Por eso, si estás enamorado de alguien funciona mejor, porque con el amor entra la imaginación. Si no estás enamorado, es muy difícil. No funcionará.
Ésta es la razón por la que en la antigüedad no había hombres dedicados a la prostitución, sino sólo mujeres. Es difícil para un hombre si no ama. ¿Y cómo va amar sólo por dinero? Puedes pagar a un hombre para que tenga trato sexual contigo, pero si no tiene fantasías contigo, no puede funcionar. Las mujeres pueden funcionar porque su sexo es pasivo. En realidad, su funcionamiento no es necesario. Pueden estar totalmente desapegadas; puede que no estén sintiendo nada en absoluto. Sus cuerpos pueden simplemente estar ahí como cadáveres. Con una prostituta no estás haciendo el amor con un cuerpo real; sólo con un cadáver muerto. Pero las mujeres pueden ser prostitutas fácilmente porque su sexo es pasivo.
El centro sexual funciona mediante la imaginación. Por eso puedes tener erecciones y eyaculaciones incluso en sueños. Son reales. Los sueños son sólo imaginación. Se ha observado que todo hombre, si está físicamente en forma, tendrá al menos diez erecciones por la noche. Con cada movimiento de la mente, con sólo un ligero pensamiento de sexo, tendrá una erección.
Tu mente tiene muchas energías, muchas facultades, y una de ellas es la voluntad. Pero no puedes tener sexo a voluntad. Para el sexo, la voluntad es impotente. Si intentas amar a alguien, notarás que te has vuelto impotente. Así que nunca lo intentes. La voluntad nunca funciona con el sexo; sólo la imaginación funcionará. Imagina, y el centro sexual empezará a funcionar. ¿Por qué estoy poniendo énfasis en este hecho? Porque si la imaginación ayuda a que se mueva la energía, entonces puedes moverla hacia arriba o hacia abajo con sólo la imaginación. No puedes mover tu sangre con la imaginación; no puedes hacer nada más en el cuerpo con la imaginación. Pero la energía sexual se puede mover con la imaginación. Puedes cambiar su dirección.
Este sutra dice: Considera tu esencia como rayos de luz -piensa en ti mismo, en tu ser como rayos de luz- ascendiendo de centro a centro por las vértebras -por tu columna-, y así se eleva la energía vital en ti. El yoga ha dividido tu columna en siete centros. El primero es el centro sexual y el último es sahasrar, y entre estos dos hay cinco centros. Algunos sistemas los dividen en nueve, algunos en tres, algunos en cuatro. La división no es muy significativa; puedes hacer tu propia división. Cinco centros son suficientes para trabajar con ellos; el primero es el centro sexual, el segundo está justo detrás del ombligo, el tercero está justo detrás del corazón, el cuarto está entre las dos cejas, justo en medio, en medio de la frente. Y el quinto, sahasrar, está justo en la parte superior de la cabeza. Estos cinco bastarán.
Este sutra dice: Considérate a ti mismo..., lo que quiere decir que te imagines a ti mismo: cierra los ojos e imagínate a ti mismo como si fueras luz. esto no es sólo imaginación. Al principio lo es, pero también es la realidad, porque todo consiste en electricidad. La ciencia dice ahora que todo consiste en electricidad, y el tantra siempre ha dicho que todo consiste en partículas de luz: y tú también. Por eso el Corán dice que Dios es luz.
¡Tú eres luz! Imagina primero que eres rayos de luz; luego lleva tu imaginación al centro sexual. Concentra tu atención allí y siente que están ascendiendo rayos de luz desde el centro sexual como si el centro sexual se hubiese convertido el una fuente de luz y los rayos de luz se estuvieran moviendo en un arrebato: ascendiendo hacia el centro del ombligo. Es necesaria la división por que te resultará difícil conectar tu centro sexual con el sahasrar. De modo que serán útiles las divisiones menores. Si puedes conectar, no es necesaria ninguna división. Puedes dejar todas las divisiones desde el centro sexual hacia delante, y la energía, la fuerza vital, ascenderá como luz hacia el sahasrar. Pero las divisiones serán más útiles porque tu mente puede concebir más fácilmente fragmentos más pequeños.
De modo que simplemente siente que la energía -que los rayos de luz- están ascendiendo desde tu centro sexual a tu ombligo como un río de luz. Pronto tu ombligo se calentará. Notas el calor; incluso otros pueden notar ese calor. Mediante tú imaginación, la energía sexual habrá empezado a ascender. Cuando sientas que el segundo centro, en el ombligo, ya se ha vuelto una fuente de luz, que los rayos están llegando y se están acumulando ahí, entonces empieza a ir hacia el centro del corazón. Cuando la luz llegue al centro del corazón, cuando estén llegando los rayos, tus pulsaciones cambiarán. Tu respiración se hará más profunda, y tu corazón se llenará de calidez. Sigue hacia arriba.
Considera tu esencia como rayos de luz ascendiendo de centro a centro por las vértebras, y así se eleva la energía vital en ti. Y cuando sientas calidez, sentirás a la vez una «energía vital», una nueva vida que llega a ti, una luz interior que asciende. La energía sexual tiene dos partes: una es física y la otra es psíquica. En tu cuerpo: todo tiene dos partes. Igual que tu cuerpo y mente, todo tiene dos partes dentro de ti: una material y la otra espiritual. La energía sexual tiene dos partes. La parte material es el semen; no puede ascender, no hay ningún pasaje para ello. Debido a esto, muchos fisiólogos occidentales dicen que los métodos del tantra y el yoga son una tontería y los niegan completamente. ¿Cómo va a ascender la energía sexual? No hay pasaje y la energía sexual no puede ascender. Tienen razón y, no obstante, están equivocados. El semen, la parte material, no puede ascender..., pero ahí no acaba todo. En realidad, el semen es sólo la parte corporal de la energía sexual; no es la energía sexual. La energía sexual es su parte psíquica, y la parte psíquica puede ascender. Y para esa parte psíquica, se usa el pasaje espinal: el pasaje espinal y sus centros. Pero eso hay que sentirlo, y tus sensaciones están adormecidas.
Recuerdo que cierto psicoterapeuta escribió en alguna parte acerca de una paciente, una mujer. Él le estaba diciendo que sintiera algo, pero el psicoterapeuta notó que ella no estaba sintiendo, sino pensando en sentir; y eso es algo muy distinto. Así es que el terapeuta puso su mano sobre la mano de la mujer y la apretó, diciéndole que cerrara los ojos y le dijera qué sentía. Ella dijo inmediatamente: «Siento su mano».
Pero el terapeuta dijo: «No, esto no es lo que siente. Esto es lo que está pensando, su deducción. He puesto mi mano sobre la suya; usted dice que está sintiendo mi mano. Pero no es así. Esto es una deducción. ¿Qué siente?».
Así es que ella dijo: «Siento sus dedos».
El terapeuta dijo de nuevo: «No, esto no es sentir. No deduzca nada. Simplemente cierre los ojos y vaya al sitio donde está mi mano; luego, dígame lo que siente».
Entonces ella dijo: «¡Oh! Me lo estaba perdiendo todo. Siento presión y calor».
Cuando una mano te toca, no sientes una mano. Sientes presión y calor. La mano es sólo una deducción; es intelecto, no sensación. Calor y presión; esas son sensaciones. Ahora ella estaba sintiendo. Hemos perdido completamente la capacidad de sentir. Tendrás que desarrollarla; sólo entonces puedes hacer semejantes técnicas. De lo contrario, no funcionarán. Simplemente intelectualizarás, pensarás que estás sintiendo, y no sucederá nada. Por eso la gente viene a mí y dice: «Nos dices que esta técnica es tan significativa, pero no sucede nada». Lo han intentado, pero les falta una dimensión: la dimensión de sentir. De modo que primero tendrás que desarrollarla, y hay algunos métodos que puedes probar.
Puedes hacer una cosa. Si tienes un niño pequeño en tu casa, sigue al niño por todas partes durante una hora todos los días. Será mejor y más satisfactorio que seguir a un buda. Deja que el niño ande a cuatro patas, y anda tú también a cuatro patas. Simplemente sigue al niño andando a cuatro patas, y sentirás por vez primera una nueva energía vital llegando a ti. Te volverás un niño de nuevo. Mira al niño y simplemente haz lo que haga él. Irá a todos los rincones; lo tocará todo; no sólo lo tocará, sino que además lo probará todo con la lengua, lo olerá todo. Simplemente síguele y haz todo lo que haga.
Tú también fuiste un niño una vez; hiciste lo mismo. El niño está sintiendo. No está intelectualizando, no está pensando. Siente un olor, así que va al rincón del que proviene el olor. Ve una manzana, así que la prueba. Simplemente prueba tú también como un niño. Observa cuando esté comiendo la manzana, mírale: está totalmente absorto en ello. El mundo entero ha desaparecido, el mundo ya no existe: sólo la manzana. Ni siquiera existe la manzana, ni existe el niño: sólo el comer. Simplemente sigue a un niño durante una hora. Esa hora será tan enriquecedora que te volverás un niño de nuevo.
Tus mecanismos de defensa cesarán, tu coraza caerá, y empezarás a mirar el mundo como lo mira un niño: desde la dimensión de sentir. Cuando sientas que ya puedes sentir, no pensar, disfrutarás la textura de la alfombra sobre la que te estés moviendo como un niño, la presión, la calidez..., y con sólo seguir inocentemente a un niño. El hombre puede aprender mucho de los niños, y tarde o temprano tu inocencia real brotará, fuiste un niño una vez y sabes lo que significa serlo. Simplemente lo has olvidado.
El centro de sentir debe empezar a funcionar; sólo entonces servirán para algo estas técnicas. De otra forma, seguirás pensando que la energía está ascendiendo, pero no lo sentirás. Y si no sientes, la imaginación es impotente, inútil. Sólo una imaginación que sienta te producirá un resultado. Puedes hacer muchas otras cosas y no hay necesidad de hacer un esfuerzo específico para llevarlas a cabo. Cuando te vayas a dormir, siente tu cama, siente la almohada: la frialdad. Simplemente entra en contacto con ella, juega con la almohada.
Cierra los ojos y escucha el ruido del aire acondicionado, o del tráfico o del reloj o cualquier cosa. Simplemente escucha. No pongas etiquetas, no digas nada. No uses la mente. Simplemente vive en la sensación. Por la mañana, en el primer momento del despertar, cuando sientas que ya has dejado de dormir, no empieces a pensar. Durante unos momentos puedes volver a ser un niño: inocente, fresco. No empieces a pensar. No pienses en lo que vas a hacer y cuándo vas a ir a la oficina y qué tren vas a coger. No empieces a pensar. Tendrás tiempo suficiente para todas esas tonterías. Espera. Durante unos, momentos, simplemente escucha el ruido. Está cantando un pájaro, o el viento está soplando entre los árboles, o está llorando un niño, o ha llegado el lechero y está haciendo sonidos, o se está vertiendo la leche. Cualquier cosa que suceda, siéntela. Sé sensible a ella, abierto a ella. Permite que te suceda, y tu sensibilidad crecerá.
Cuando estés dándote una ducha, siéntela por todo el cuerpo: cada gota de agua que te toca. ¡Siente el contacto, la frialdad, la calidez! Prueba esto todo el día siempre que tengas la oportunidad, y en todas partes hay una oportunidad, ¡en todas partes! Cuando estés simplemente respirando, siente la respiración -su movimiento dentro de ti y su salida-, ¡siéntela! Simplemente siente tu propio cuerpo. No lo has sentido.
Tenemos mucho miedo a nuestros propios cuerpos. Nadie toca su propio cuerpo de manera cariñosa. ¿Le has dado alguna vez algo de amor a tu propio cuerpo? Toda la civilización tiene miedo a que alguien se toque a sí mismo, porque desde la infancia tocarse ha sido reprobado. Parece ser masturbatorio tocarse a uno mismo de forma cariñosa. Pero si no puedes tocarte a ti mismo de forma cariñosa, tu cuerpo se embotará y se aletargará. Ya está así. Tócate los ojos con las palmas. Siente el contacto, y tus ojos se sentirán frescos y vivos inmediatamente. Siente todo tu cuerpo. Siente el cuerpo de tu amante, el cuerpo de tu amigo. El masaje es bueno. Dos amigos pueden masajearse el uno al otro y sentir mutuamente sus cuerpos. Os volveréis más sensibles.
Crea sensibilidad, capacidad de sentir. Entonces te resultará fácil hacer estas técnicas, y entonces sentirás la «energía vital» ascendiendo en ti. No dejes esta energía en cualquier parte. Deja que llegue al sahasrar. Recuerda esto: siempre que hagas este experimento, no lo dejes a medias. Tienes que completarlo. Toma precauciones para que nadie te moleste. Si dejas esta energía en alguna parte por el medio, puede ser dañina. Tiene que salir. Así que llévala a la cabeza y siente como si tu cabeza se hubiera vuelto una abertura.
En India hemos representado el sahasrar como un loto. «Sahasrar» significa «de mil pétalos»: una abertura de mil pétalos. Imagina el loto con mil pétalos, abierto, y de cada pétalo está saliendo hacia el cosmos esta energía luminosa. De nuevo, esto es un acto de amor: esta vez no con la naturaleza, sino con lo supremo. De nuevo es un orgasmo.
Hay dos tipos de orgasmos: uno es sexual, y el otro, espiritual. El sexual proviene del centro más bajo, y el espiritual, del centro más alto. Con el más alto te unes a lo más alto y con el más bajo te unes a lo más bajo. Puedes hacer este ejercicio incluso cuando estés de hecho en el acto sexual; podéis hacerlo los dos miembros de la pareja. Moved la energía hacia arriba, y entonces el acto sexual se vuelve tantra sadhana se convierte en meditación.
Pero no dejes la energía en algún centro en medio del cuerpo. Puede que venga alguien y tendrás asuntos que atender, o habrá una llamada de teléfono y tendrás que parar. De modo que hazlo a una hora en la que nadie te moleste, y no dejes la energía en ningún centro. De lo contrario, ese centro en el que has dejado la energía se volverá una herida, y puede que crees muchas enfermedades mentales. Así que sé consciente; si no, no hagas esto. Este método requiere privacidad absoluta y ninguna perturbación, y hay que hacerlo completamente. La energía debe llegar a la cabeza, y debe salir por ahí.
Tendrás varias experiencias. Cuando sientas que los rayos están empezando a ascender desde el centro sexual, tendrás erecciones o sensaciones en el centro sexual. Viene a mí muchísima gente muy asustada y atemorizada. Dicen que siempre que empiezan a meditar, cuando empiezan a entrar profundamente, tienen una erección. Se preguntan: «¿Qué es esto?». Tienen miedo porque piensan que en la meditación no debería haber sexo. Pero no sabes cómo funciona la vida. Es una buena señal. Muestra que ahora la energía está viva ahí. Ahora necesita moverse. Así que no te asustes y no pienses que algo va mal. Es una buena señal. Cuando empieces a meditar, el centro sexual se volverá más sensible, vivo, excitado, y al principio la excitación será igual que cualquier excitación sexual; pero sólo al principio. Según tu meditación se haga más profunda, sentirás que la energía fluye hacia arriba. Cuando la energía fluye, el centro sexual se vuelve silencioso, menos excitado.
Cuando la energía vaya realmente al sahasrar, no habrá ninguna sensación; en el centro sexual. Está totalmente calmado y silencioso. Se habrá vuelto completamente fresco, y la calidez se habrá ido a la cabeza. Y esto es físico. Cuando el centro sexual está excitado, se calienta; sientes ese calor, es físico. Cuando la energía se mueva, el centro sexual se enfriará más y más y más, y la calidez se irá a la cabeza.
Te dará vueltas la cabeza. Cuando la energía vaya a la cabeza, sentirás un mareo. Puede que, a veces, incluso sientas náuseas, porque la energía ha ido a la cabeza por primera vez y tu cabeza no está familiarizada con ella. Tiene que reajustarse. Así que no te asustes. A veces puede que te desmayes inmediatamente, pero no te asustes. Puede suceder. Si tanta energía se mueve súbitamente y explota en la cabeza, puede que te desmayes. Pero ese desmayo no puede durar más de una hora. En un plazo de una hora, la energía automáticamente vuelve hacia atrás o sale. No puedes estar así más de una hora. Digo una hora, pero, de hecho, es exactamente cuarenta y ocho minutos. No puede durar más. Nunca se ha visto en miles de años de experimentos, así que no tengas miedo. Si te desmayas, está bien. Después de ese mareo, te sentirás tan renovado que es como si hubieras estado durmiendo por primera vez, durmiendo de la manera más profunda.
El yoga le da un nombre especial: yoga tandra, dormir yóguico. Es muy profundo; vas a tu centro más profundo. Pero no tengas miedo. Y si se te calienta la cabeza, es una buena señal. Suelta la energía. Siente como si tu cabeza se estuviera abriendo como una flor de loto: como si la energía estuviera saliendo al cosmos. Cuando salga la energía, sentirás que llega a ti una frialdad. Nunca has sentido la frialdad que llega después de esta calidez. Pero haz la técnica completamente; nunca la hagas incompletamente.[/color]
Los Sutras
70 Considera tu esencia como rayos de luz ascendiendo de centro a centro por las vértebras y así se eleva la energía vital en ti.
El hombre puede ser considerado de tres maneras: desde el punto de vista de lo normal, de lo anormal y de lo supranormal. La psicología occidental se ocupa básicamente de lo anormal, de lo patológico, del hombre que ha caído por debajo de lo normal, que ha caído por debajo de la norma. La psicología oriental, el tantra y el yoga, consideran al hombre desde el punto de vista de lo supranormal: de alguien que ha ido más allá de la norma. Ambos son anormales. El que es patológico es anormal porque no está sano, y alguien que es supranormal es anormal porque está más sano que cualquier ser humano normal. La diferencia es de lo negativo y lo positivo.
La psicología occidental se desarrolló como parte de la psicoterapia. Freud, Jung, Adler y otros psicólogos estaban tratando al hombre anormal, al hombre que está mentalmente enfermo. Debido a esto, toda la actitud occidental hacia el hombre se ha vuelto errónea. Freud estudiaba casos patológicos. Por supuesto, ningún hombre sano acudía a él; sólo los que estaban enfermos mentalmente. Él los estudiaba, y debido a ese estudio pensó que ahora comprendía al hombre. Los hombres patológicos no son realmente hombres; están enfermos, y cualquier cosa basada en un estudio de ellos tendrá que ser profundamente errónea y dañina. Esto ha resultado dañino porque el hombre es considerado desde un punto de vista patológico. Si se elige un estado mental en particular y ese estado es mórbido, patológico, entonces toda la imagen del hombre quedó basada en la enfermedad. Debido a esta actitud, toda la sociedad occidental ha caído: porque el hombre enfermo es la base; lo pervertido se ha convertido en el fundamento.
Y si estudias sólo lo anormal, no puedes concebir ninguna posibilidad de seres supranormales. Un buda es imposible para Freud, inconcebible. Debe ser ficticio, mitológico. Freud sólo ha entrado en contacto con hombres enfermos que ni siquiera son normales, y todo lo que dice sobre el hombre normal está basado en el estudio del hombre anormal. Es como un médico que esté haciendo un estudio. Ninguna persona sana acudirá a él, no hay necesidad. Sólo irá la gente enferma. Estudiando tanta gente falta de salud, crea una imagen del hombre en su mente, pero esa imagen no puede ser del hombre. No puede serlo porque el hombre no es sólo enfermedades. Y si basas tu concepto del hombre en las enfermedades, toda la sociedad sufrirá.
La psicología oriental, especialmente el tantra y el yoga, también tiene un concepto del hombre, pero ese concepto está basado en el estudio de lo supranormal -Buda, Patanjali, Shankara, Nagarjuna, Kabir, Nanak -, en personas que han alcanzado la cumbre de la potencialidad y la posibilidad humanas. Lo más bajo no ha sido considerado; sólo lo más alto. Si consideras lo más alto, tu mente se vuelve una abertura; puedes crecer, porque ahora sabes que son posibles radios de acción más elevados. Si consideras lo más bajo, no es posible ningún crecimiento. No hay desafío. Si eres normal, te sientes feliz. Es suficiente que no estás pervertido, que no estás en un hospital psiquiátrico. Te puedes sentir bien, pero no hay desafío.
Pero si buscas lo supranormal, la posibilidad más alta que puedes alcanzar, si alguien ha llegado a ser esa posibilidad, si esa posibilidad se ha vuelto real en alguien, entonces se abre una opción de crecimiento. Puedes crecer. Se te presenta un desafío, y no necesitas estar satisfecho contigo mismo. Son posibles radios de acción más elevados, y te están llamando. Esto hay que comprenderlo a fondo. Sólo entonces será concebible la psicología del tantra. Lo que eres no es el final. Estás sólo en el medio. Puedes caer, puedes elevarte. Tu crecimiento no ha terminado. No eres el producto final; eres sólo un paso. Algo está creciendo constantemente en ti.
El tantra concibe y basa toda su técnica en esta posibilidad de crecimiento. Y, recuerda, a menos que llegues a ser lo que puedes llegar a ser, no alcanzarás la plenitud. Debes llegar a ser lo que puedes llegar a ser; ¡es indispensable! De lo contrario, estarás frustrado, te sentirás insignificante, te parecerá que tu vida no tiene ningún objetivo. Puedes seguir adelante, pero no puede haber ninguna alegría en ello. Y puede que tengas éxito en muchas otras cosas, pero fracasarás contigo mismo. Y esto está sucediendo. Alguien se hace muy rico y todo el mundo piensa que ahora ha triunfado. Todos excepto él mismo piensan que ha triunfado. Él conoce su fracaso. Tiene riqueza, pero ha fracasado. Eres un gran hombre, un líder, un político. Todo el mundo piensa que ha triunfado, pero ha fracasado. Este mundo es extraño: triunfas a los ojos de todos excepto a los tuyos propios.
Viene gente a mí a diario. Dicen que lo tienen todo, pero ahora ¿qué? Se sienten fracasados, pero ¿en qué han fracasado? Por lo que respecta a las cosas externas, no han fracasado, así que ¿por qué sienten este fracaso? Su potencialidad interna ha quedado en potencia. No han florecido. No han alcanzado lo que Maslow llama «autorrealización».
Son fracasados: fracasados internos, y en última instancia, lo que digan los demás no tiene sentido. Lo que tiene sentido es lo que sientes. Si sientes que eres un fracasado, los demás pueden pensar que eres un Napoleón o un Alejandro Magno, pero da lo mismo. Más bien, te deprime más. Todo el mundo piensa que eres un éxito, y ya no puedes decir que no lo eres; pero sabes que no lo eres. No puedes engañarte a ti mismo. Por lo que respecta a la autorrealización, no puedes engañarte. Tarde o temprano tendrás que apelar a ti mismo y sondear profundamente dentro de ti lo que ha sucedido. La vida ha sido desperdiciada. Has renunciado a una oportunidad y acumulado cosas que no significan nada.
La autorrealización alude a la cima más alta de tu crecimiento, en la que puedes sentir un hondo contento, en la que puedes decir: «Éste es mi destino, esto es para lo que fui destinado, ésta es la razón por la que estoy aquí en la Tierra». Al tantra le concierne esta autorrealización: cómo ayudarte a crecer más. Y recuerda: al tantra le interesas tú, no los ideales. Al tantra no le interesan los ideales; le interesas tú tal como eres y como puedes llegar a ser. Hay una gran diferencia. Todas las enseñanzas tienen que ver con ideales. Dicen que te vuelvas como Buda, que te vuelvas como Jesús, que te vuelvas así o asá. Tienen ideales, y tú tienes que volverte como esos ideales. El tantra no tiene ningún ideal para ti. Tu ideal desconocido está escondido dentro de ti; no se te puede dar. No tienes que volverte como Buda, no hay necesidad. Un Buda es suficiente, y ninguna repetición tiene ningún valor. La existencia siempre es única, nunca repite; la repetición es aburrida. La existencia siempre es nueva, eternamente nueva, de modo que ni siquiera Buda es repetido: un fenómeno tan bello queda sin repetir.
¿Por qué? Porque incluso si un Buda es repetido, producirá aburrimiento. ¿De qué sirve? Sólo lo único es significativo; las copias no son significativas. Sólo si eres de primera mano se cumple tu destino. Si eres de segunda mano, has errado.
De modo que el tantra nunca dice que seas así o asá; no hay ningún ideal. El tantra nunca habla de ideales; de ahí el nombre de «tantra». El tantra habla de técnicas, nunca de ideales. Habla de cómo puedes llegar a ser, nunca dice qué. Existe debido a ese cómo. Tantra significa técnica; la misma palabra «tantra» significa técnica. Se ocupa de «cómo» te puedes volver, no se ocupa de «qué». Ese «qué» lo proveerá tu crecimiento. Simplemente usa la técnica y, con el tiempo, tu potencialidad interna se hará realidad. La posibilidad inexplorada se abrirá y, cuando se abra, caerás en la cuenta de lo que es. Y nadie puede decir qué es. A menos que llegues a serlo, nadie puede predecir lo que puedes llegar a ser.
De manera que el tantra sólo te da técnicas, nunca ideales. En esto se diferencia de todas las enseñanzas morales. Las enseñanzas morales siempre te dan ideales. Incluso si hablan de técnicas, esas técnicas son siempre para ideales específicos. El tantra no te da ningún ideal; tú eres el ideal, y tu futuro es desconocido. Ningún ideal del pasado puede servir de ayuda, porque nada se puede repetir, y si se repite, no tiene sentido.
Los monjes Zen dicen que recuerdes y estés alerta. Si te encuentras con Buda en tu meditación, mátalo inmediatamente; no permitas que se quede ahí. Los monjes Zen son seguidores de Buda y, sin embargo, dicen que mates a Buda inmediatamente si te encuentras con él en tu meditación, porque la personalidad, el ideal de Buda, puede volverse tan hipnotizante que puede que te olvides de ti mismo; y si te olvidas de ti mismo, has errado el camino. Buda no es el ideal; tú eres el ideal, tu futuro desconocido. Eso es lo que hay que descubrir.
El tantra te da técnicas de descubrimiento. El tesoro está dentro de ti. Así que recuerda este segundo punto: es muy difícil creer que tú eres el ideal, difícil de creer para ti, porque todo el mundo está condenándote. Nadie te acepta, ni siquiera tú mismo. Tú sigues condenándote a ti mismo. Piensas siempre en función de ser como alguna otra persona, y eso es falso, peligroso. Si sigues pensando así, te volverás una falsificación, y todo será falso. ¿Sabes de dónde procede la palabra inglesa phony, «falso»? Procede de «teléfono». En los inicios del teléfono, la transmisión era tan falsa, tan irreal, que por el teléfono se oía una voz real y una voz falsa: una voz falsa que era mecánica. La voz real se perdía; sólo en los inicios. De ahí procede la palabra phony, «falso». Si estás imitando a otra persona, te volverás falso, no serás real. Te rodeará un dispositivo mecánico, y tu realidad, tu voz real, se perderá. Así que no seas falso, sé real.
El tantra cree en ti. Por eso hay tan pocos que creen en el tantra: porque nadie cree en sí mismo. El tantra cree en ti y dice que tú eres el ideal, así que no imites a nadie. La imitación creará una pseudopersonalidad en torno a ti. Puedes seguir viviendo con esa pseudopersonalidad pensando que es tú mismo, pero no lo es. De modo que lo segundo que hay que recordar es que no hay ningún ideal fijo. No puedes pensar en función del futuro; sólo puedes pensar en función del presente: tan sólo el futuro inmediato en el que puedes crecer.
No hay ningún futuro fijo, y es bueno que no haya ningún futuro fijo; de lo contrario, no habría libertad. Si hubiera un futuro fijo, el hombre sería un robot. No tienes un futuro fijo. Tienes muchísimas posibilidades; puedes crecer de muchas formas. Pero lo único que te dará satisfacción suprema es que crezcas, que crezcas de una manera que todo crecimiento produzca más crecimiento. Las técnicas son útiles porque son científicas. Te ahorran divagaciones innecesarias, tanteos innecesarios. Si no conoces ninguna técnica, tardarás muchas vidas. Llegarás al objetivo, porque la energía vital que hay dentro de ti se moverá, a menos que llegue al punto desde el que no es posible ningún movimiento. Seguirá yendo a la cima más alta, y esa es la razón por la que uno sigue naciendo una y otra vez. Abandonado a tu suerte, llegarás; pero tendrás que viajar muchísimo, y el viaje será muy pesado y aburrido.
Con un maestro, con técnicas científicas, puedes ganar mucho tiempo, oportunidad y energía. Y a veces, en unos segundos puedes crecer tanto que ni siquiera durante vidas podrás hacerlo. Si se usa una técnica correcta, el crecimiento explota, y estas técnicas han sido usadas en miles de años de experimentos. No fueron ideadas por un solo hombre; fueron ideadas por muchísimos buscadores, y sólo la esencia aparece aquí. En estas ciento doce técnicas, se han abordado todas las técnicas de todo el mundo. No existe en ninguna parte una técnica que no haya sido abordada en estas ciento doce; son toda la búsqueda espiritual en esencia. Pero todas las técnicas no son para todo el mundo, así que tendrás que probarlas. Sólo ciertas técnicas serán útiles para ti, y tendrás que probarlas. Hay dos maneras: o tanteando tú mismo hasta que tropieces con algo que empiece a funcionar y empieces a crecer, y entonces entres en ello; o te entregas a algún maestro y él descubre qué te vendrá bien. Éstas son las dos maneras. Puedes elegir.
Ahora las técnicas.
70 Visualiza rayos de luz subiendo por tu columna vertebral.
Primera técnica de luz: Considera tu esencia como rayos de luz ascendiendo de centro a centro por las vértebras, y así se eleva la energía vital en ti.
Muchos métodos de yoga se basan en esto. Primero comprende lo que es; luego la aplicación. Las vértebras, la columna son la base de tu cuerpo y de tu mente. Tu mente, tu cabeza, es la parte final de tu columna. El cuerpo entero está enraizado en la columna. Si la columna está joven, tú eres joven. Si la columna está vieja, tú eres viejo. Si puedes conservar joven tu columna, es difícil hacerse viejo. Todo depende de tu columna. Si tu columna está viva, tendrás una mente muy brillante Si tu columna está embotada y muerta, tendrás una mente muy torpe. Todo el yoga intenta de muchas maneras hacer que tu columna esté viva, brillante, llena de luz, joven y fresca.
La columna tiene dos cabos: el principio es el centro sexual, y el final es sahasrar, el séptimo centro en la parte superior de la cabeza. El principio de la columna está conectado a la tierra, y el sexo es lo más terrenal que hay en ti. Por el centro del principio de tu columna estás en contacto con la naturaleza, con lo que Sankhya ha llamado prakriti: la tierra, lo material. Por el último centro, del segundo polo, sahasrar, en la cabeza, estás en contacto con lo divino. Éstos son los dos polos de tu existencia. Primero el sexo y luego el sahasrar. En inglés no hay palabra para sahasrar. Éstos son los dos polos. Tu vida estará orientada o al sexo o a sahasrar. Tu energía estará fluyendo hacia abajo, desde el centro sexual de vuelta a la Tierra, o tu energía saldrá por el sahasrar al cosmos. Desde el sahasrar fluyes al Brahma, a la Existencia absoluta. Desde el sexo fluyes hacia abajo a la existencia relativa. Éstos son los dos flujos, las dos posibilidades. A no ser que empieces a fluir hacia arriba, tu desdicha nunca tendrá fin. Puede que tengas vislumbres de la felicidad, pero sólo vislumbres..., y muy ilusorios.
Cuando la energía empiece a ir hacia arriba, tendrás cada vez más vislumbres reales. Y una vez que llegue al sahasrar y salga por ahí, tendrás la dicha absoluta. Eso es el nirvana. Entonces no hay vislumbre; te vuelves la dicha misma. De modo que lo único que cuenta para el yoga y el tantra es cómo mover la energía hacia arriba por las vértebras, por la columna vertebral, cómo ayudarla a ir contra la gravedad. En sexo es muy fácil, porque obedece a la gravedad. La Tierra está tirando de todo hacia abajo, de vuelta; tu energía sexual es atraída por la Tierra. Puede que no lo hayas oído, pero los astronautas lo han sentido: en cuanto van más allá de la gravedad de la Tierra, no sienten mucha sexualidad. Según el cuerpo pierde peso, la sexualidad se disuelve, desaparece.
La Tierra está atrayendo tu energía vital hacia abajo, y esto es natural, porque la energía vital viene de la Tierra. Comes y estás creando energía vital dentro de ti; viene de la Tierra, y la Tierra está atrayéndola de vuelta. Todo vuelve a su fuente. Y si continúa moviéndose de esta forma -la energía vital volviendo una y otra vez, y tú te estás moviendo en círculo-, seguirás así durante vidas y vidas. Puedes seguir así infinitamente, a menos que des un salto como los astronautas. Como los astronautas, tienes que dar un salto de ir más allá del círculo. Entonces la pauta de la gravedad de la Tierra se rompe. ¡Puede romperse!
Las técnicas para poder romperla están aquí; para que la energía pueda moverse verticalmente y se eleve dentro de ti, llegando a nuevos centros; para que puedan revelarse nuevas energías dentro de ti, volviéndote una persona nueva con cada movimiento. Y en el momento en que la energía sale por tu sahasrar, el polo opuesto del sexo, ya no eres un hombre. Entonces no perteneces a esta Tierra; te has vuelto divino. Esto es lo que se quiere decir cuando se dice que Krishna es Dios o que Buda es Dios. Sus cuerpos son como el tuyo -sus cuerpos tendrán que caer enfermos y tendrán que morir-; todo sucede en sus cuerpos como te sucede a ti. Sólo una cosa no está sucediendo en sus cuerpos que te está sucediendo a ti: la energía ha roto la pauta de la gravedad.
Pero eso no puedes verlo, no es visible para tus ojos. Pero, a veces, cuando estás sentado al lado de un buda, puedes percibir esto. De pronto notas un estallido de energía dentro de ti, y tu energía empieza a ascender. Sólo entonces sabes que ha sucedido algo. Con sólo estar en contacto con un buda, tu energía empieza a ascender hacia el sahasran, Un buda es tan poderoso que incluso la Tierra es menos poderosa; no puede atraer tu energía hacia abajo. Los que han notado esto en torno a un Jesús, un Buda, un Krishna, los han llamado Dios. Tienen una fuente diferente de energía que es más fuerte que la Tierra.
¿Cómo se puede romper la pauta? Esta técnica es muy útil para romper la pauta. Primero comprende algo básico. En primer lugar, si has observado, debes de haber comprobado que tu energía sexual se mueve con la imaginación. Sólo mediante la imaginación comienza a funcionar tu centro sexual. En realidad, sin imaginación no puede funcionar. Por eso, si estás enamorado de alguien funciona mejor, porque con el amor entra la imaginación. Si no estás enamorado, es muy difícil. No funcionará.
Ésta es la razón por la que en la antigüedad no había hombres dedicados a la prostitución, sino sólo mujeres. Es difícil para un hombre si no ama. ¿Y cómo va amar sólo por dinero? Puedes pagar a un hombre para que tenga trato sexual contigo, pero si no tiene fantasías contigo, no puede funcionar. Las mujeres pueden funcionar porque su sexo es pasivo. En realidad, su funcionamiento no es necesario. Pueden estar totalmente desapegadas; puede que no estén sintiendo nada en absoluto. Sus cuerpos pueden simplemente estar ahí como cadáveres. Con una prostituta no estás haciendo el amor con un cuerpo real; sólo con un cadáver muerto. Pero las mujeres pueden ser prostitutas fácilmente porque su sexo es pasivo.
El centro sexual funciona mediante la imaginación. Por eso puedes tener erecciones y eyaculaciones incluso en sueños. Son reales. Los sueños son sólo imaginación. Se ha observado que todo hombre, si está físicamente en forma, tendrá al menos diez erecciones por la noche. Con cada movimiento de la mente, con sólo un ligero pensamiento de sexo, tendrá una erección.
Tu mente tiene muchas energías, muchas facultades, y una de ellas es la voluntad. Pero no puedes tener sexo a voluntad. Para el sexo, la voluntad es impotente. Si intentas amar a alguien, notarás que te has vuelto impotente. Así que nunca lo intentes. La voluntad nunca funciona con el sexo; sólo la imaginación funcionará. Imagina, y el centro sexual empezará a funcionar. ¿Por qué estoy poniendo énfasis en este hecho? Porque si la imaginación ayuda a que se mueva la energía, entonces puedes moverla hacia arriba o hacia abajo con sólo la imaginación. No puedes mover tu sangre con la imaginación; no puedes hacer nada más en el cuerpo con la imaginación. Pero la energía sexual se puede mover con la imaginación. Puedes cambiar su dirección.
Este sutra dice: Considera tu esencia como rayos de luz -piensa en ti mismo, en tu ser como rayos de luz- ascendiendo de centro a centro por las vértebras -por tu columna-, y así se eleva la energía vital en ti. El yoga ha dividido tu columna en siete centros. El primero es el centro sexual y el último es sahasrar, y entre estos dos hay cinco centros. Algunos sistemas los dividen en nueve, algunos en tres, algunos en cuatro. La división no es muy significativa; puedes hacer tu propia división. Cinco centros son suficientes para trabajar con ellos; el primero es el centro sexual, el segundo está justo detrás del ombligo, el tercero está justo detrás del corazón, el cuarto está entre las dos cejas, justo en medio, en medio de la frente. Y el quinto, sahasrar, está justo en la parte superior de la cabeza. Estos cinco bastarán.
Este sutra dice: Considérate a ti mismo..., lo que quiere decir que te imagines a ti mismo: cierra los ojos e imagínate a ti mismo como si fueras luz. esto no es sólo imaginación. Al principio lo es, pero también es la realidad, porque todo consiste en electricidad. La ciencia dice ahora que todo consiste en electricidad, y el tantra siempre ha dicho que todo consiste en partículas de luz: y tú también. Por eso el Corán dice que Dios es luz.
¡Tú eres luz! Imagina primero que eres rayos de luz; luego lleva tu imaginación al centro sexual. Concentra tu atención allí y siente que están ascendiendo rayos de luz desde el centro sexual como si el centro sexual se hubiese convertido el una fuente de luz y los rayos de luz se estuvieran moviendo en un arrebato: ascendiendo hacia el centro del ombligo. Es necesaria la división por que te resultará difícil conectar tu centro sexual con el sahasrar. De modo que serán útiles las divisiones menores. Si puedes conectar, no es necesaria ninguna división. Puedes dejar todas las divisiones desde el centro sexual hacia delante, y la energía, la fuerza vital, ascenderá como luz hacia el sahasrar. Pero las divisiones serán más útiles porque tu mente puede concebir más fácilmente fragmentos más pequeños.
De modo que simplemente siente que la energía -que los rayos de luz- están ascendiendo desde tu centro sexual a tu ombligo como un río de luz. Pronto tu ombligo se calentará. Notas el calor; incluso otros pueden notar ese calor. Mediante tú imaginación, la energía sexual habrá empezado a ascender. Cuando sientas que el segundo centro, en el ombligo, ya se ha vuelto una fuente de luz, que los rayos están llegando y se están acumulando ahí, entonces empieza a ir hacia el centro del corazón. Cuando la luz llegue al centro del corazón, cuando estén llegando los rayos, tus pulsaciones cambiarán. Tu respiración se hará más profunda, y tu corazón se llenará de calidez. Sigue hacia arriba.
Considera tu esencia como rayos de luz ascendiendo de centro a centro por las vértebras, y así se eleva la energía vital en ti. Y cuando sientas calidez, sentirás a la vez una «energía vital», una nueva vida que llega a ti, una luz interior que asciende. La energía sexual tiene dos partes: una es física y la otra es psíquica. En tu cuerpo: todo tiene dos partes. Igual que tu cuerpo y mente, todo tiene dos partes dentro de ti: una material y la otra espiritual. La energía sexual tiene dos partes. La parte material es el semen; no puede ascender, no hay ningún pasaje para ello. Debido a esto, muchos fisiólogos occidentales dicen que los métodos del tantra y el yoga son una tontería y los niegan completamente. ¿Cómo va a ascender la energía sexual? No hay pasaje y la energía sexual no puede ascender. Tienen razón y, no obstante, están equivocados. El semen, la parte material, no puede ascender..., pero ahí no acaba todo. En realidad, el semen es sólo la parte corporal de la energía sexual; no es la energía sexual. La energía sexual es su parte psíquica, y la parte psíquica puede ascender. Y para esa parte psíquica, se usa el pasaje espinal: el pasaje espinal y sus centros. Pero eso hay que sentirlo, y tus sensaciones están adormecidas.
Recuerdo que cierto psicoterapeuta escribió en alguna parte acerca de una paciente, una mujer. Él le estaba diciendo que sintiera algo, pero el psicoterapeuta notó que ella no estaba sintiendo, sino pensando en sentir; y eso es algo muy distinto. Así es que el terapeuta puso su mano sobre la mano de la mujer y la apretó, diciéndole que cerrara los ojos y le dijera qué sentía. Ella dijo inmediatamente: «Siento su mano».
Pero el terapeuta dijo: «No, esto no es lo que siente. Esto es lo que está pensando, su deducción. He puesto mi mano sobre la suya; usted dice que está sintiendo mi mano. Pero no es así. Esto es una deducción. ¿Qué siente?».
Así es que ella dijo: «Siento sus dedos».
El terapeuta dijo de nuevo: «No, esto no es sentir. No deduzca nada. Simplemente cierre los ojos y vaya al sitio donde está mi mano; luego, dígame lo que siente».
Entonces ella dijo: «¡Oh! Me lo estaba perdiendo todo. Siento presión y calor».
Cuando una mano te toca, no sientes una mano. Sientes presión y calor. La mano es sólo una deducción; es intelecto, no sensación. Calor y presión; esas son sensaciones. Ahora ella estaba sintiendo. Hemos perdido completamente la capacidad de sentir. Tendrás que desarrollarla; sólo entonces puedes hacer semejantes técnicas. De lo contrario, no funcionarán. Simplemente intelectualizarás, pensarás que estás sintiendo, y no sucederá nada. Por eso la gente viene a mí y dice: «Nos dices que esta técnica es tan significativa, pero no sucede nada». Lo han intentado, pero les falta una dimensión: la dimensión de sentir. De modo que primero tendrás que desarrollarla, y hay algunos métodos que puedes probar.
Puedes hacer una cosa. Si tienes un niño pequeño en tu casa, sigue al niño por todas partes durante una hora todos los días. Será mejor y más satisfactorio que seguir a un buda. Deja que el niño ande a cuatro patas, y anda tú también a cuatro patas. Simplemente sigue al niño andando a cuatro patas, y sentirás por vez primera una nueva energía vital llegando a ti. Te volverás un niño de nuevo. Mira al niño y simplemente haz lo que haga él. Irá a todos los rincones; lo tocará todo; no sólo lo tocará, sino que además lo probará todo con la lengua, lo olerá todo. Simplemente síguele y haz todo lo que haga.
Tú también fuiste un niño una vez; hiciste lo mismo. El niño está sintiendo. No está intelectualizando, no está pensando. Siente un olor, así que va al rincón del que proviene el olor. Ve una manzana, así que la prueba. Simplemente prueba tú también como un niño. Observa cuando esté comiendo la manzana, mírale: está totalmente absorto en ello. El mundo entero ha desaparecido, el mundo ya no existe: sólo la manzana. Ni siquiera existe la manzana, ni existe el niño: sólo el comer. Simplemente sigue a un niño durante una hora. Esa hora será tan enriquecedora que te volverás un niño de nuevo.
Tus mecanismos de defensa cesarán, tu coraza caerá, y empezarás a mirar el mundo como lo mira un niño: desde la dimensión de sentir. Cuando sientas que ya puedes sentir, no pensar, disfrutarás la textura de la alfombra sobre la que te estés moviendo como un niño, la presión, la calidez..., y con sólo seguir inocentemente a un niño. El hombre puede aprender mucho de los niños, y tarde o temprano tu inocencia real brotará, fuiste un niño una vez y sabes lo que significa serlo. Simplemente lo has olvidado.
El centro de sentir debe empezar a funcionar; sólo entonces servirán para algo estas técnicas. De otra forma, seguirás pensando que la energía está ascendiendo, pero no lo sentirás. Y si no sientes, la imaginación es impotente, inútil. Sólo una imaginación que sienta te producirá un resultado. Puedes hacer muchas otras cosas y no hay necesidad de hacer un esfuerzo específico para llevarlas a cabo. Cuando te vayas a dormir, siente tu cama, siente la almohada: la frialdad. Simplemente entra en contacto con ella, juega con la almohada.
Cierra los ojos y escucha el ruido del aire acondicionado, o del tráfico o del reloj o cualquier cosa. Simplemente escucha. No pongas etiquetas, no digas nada. No uses la mente. Simplemente vive en la sensación. Por la mañana, en el primer momento del despertar, cuando sientas que ya has dejado de dormir, no empieces a pensar. Durante unos momentos puedes volver a ser un niño: inocente, fresco. No empieces a pensar. No pienses en lo que vas a hacer y cuándo vas a ir a la oficina y qué tren vas a coger. No empieces a pensar. Tendrás tiempo suficiente para todas esas tonterías. Espera. Durante unos, momentos, simplemente escucha el ruido. Está cantando un pájaro, o el viento está soplando entre los árboles, o está llorando un niño, o ha llegado el lechero y está haciendo sonidos, o se está vertiendo la leche. Cualquier cosa que suceda, siéntela. Sé sensible a ella, abierto a ella. Permite que te suceda, y tu sensibilidad crecerá.
Cuando estés dándote una ducha, siéntela por todo el cuerpo: cada gota de agua que te toca. ¡Siente el contacto, la frialdad, la calidez! Prueba esto todo el día siempre que tengas la oportunidad, y en todas partes hay una oportunidad, ¡en todas partes! Cuando estés simplemente respirando, siente la respiración -su movimiento dentro de ti y su salida-, ¡siéntela! Simplemente siente tu propio cuerpo. No lo has sentido.
Tenemos mucho miedo a nuestros propios cuerpos. Nadie toca su propio cuerpo de manera cariñosa. ¿Le has dado alguna vez algo de amor a tu propio cuerpo? Toda la civilización tiene miedo a que alguien se toque a sí mismo, porque desde la infancia tocarse ha sido reprobado. Parece ser masturbatorio tocarse a uno mismo de forma cariñosa. Pero si no puedes tocarte a ti mismo de forma cariñosa, tu cuerpo se embotará y se aletargará. Ya está así. Tócate los ojos con las palmas. Siente el contacto, y tus ojos se sentirán frescos y vivos inmediatamente. Siente todo tu cuerpo. Siente el cuerpo de tu amante, el cuerpo de tu amigo. El masaje es bueno. Dos amigos pueden masajearse el uno al otro y sentir mutuamente sus cuerpos. Os volveréis más sensibles.
Crea sensibilidad, capacidad de sentir. Entonces te resultará fácil hacer estas técnicas, y entonces sentirás la «energía vital» ascendiendo en ti. No dejes esta energía en cualquier parte. Deja que llegue al sahasrar. Recuerda esto: siempre que hagas este experimento, no lo dejes a medias. Tienes que completarlo. Toma precauciones para que nadie te moleste. Si dejas esta energía en alguna parte por el medio, puede ser dañina. Tiene que salir. Así que llévala a la cabeza y siente como si tu cabeza se hubiera vuelto una abertura.
En India hemos representado el sahasrar como un loto. «Sahasrar» significa «de mil pétalos»: una abertura de mil pétalos. Imagina el loto con mil pétalos, abierto, y de cada pétalo está saliendo hacia el cosmos esta energía luminosa. De nuevo, esto es un acto de amor: esta vez no con la naturaleza, sino con lo supremo. De nuevo es un orgasmo.
Hay dos tipos de orgasmos: uno es sexual, y el otro, espiritual. El sexual proviene del centro más bajo, y el espiritual, del centro más alto. Con el más alto te unes a lo más alto y con el más bajo te unes a lo más bajo. Puedes hacer este ejercicio incluso cuando estés de hecho en el acto sexual; podéis hacerlo los dos miembros de la pareja. Moved la energía hacia arriba, y entonces el acto sexual se vuelve tantra sadhana se convierte en meditación.
Pero no dejes la energía en algún centro en medio del cuerpo. Puede que venga alguien y tendrás asuntos que atender, o habrá una llamada de teléfono y tendrás que parar. De modo que hazlo a una hora en la que nadie te moleste, y no dejes la energía en ningún centro. De lo contrario, ese centro en el que has dejado la energía se volverá una herida, y puede que crees muchas enfermedades mentales. Así que sé consciente; si no, no hagas esto. Este método requiere privacidad absoluta y ninguna perturbación, y hay que hacerlo completamente. La energía debe llegar a la cabeza, y debe salir por ahí.
Tendrás varias experiencias. Cuando sientas que los rayos están empezando a ascender desde el centro sexual, tendrás erecciones o sensaciones en el centro sexual. Viene a mí muchísima gente muy asustada y atemorizada. Dicen que siempre que empiezan a meditar, cuando empiezan a entrar profundamente, tienen una erección. Se preguntan: «¿Qué es esto?». Tienen miedo porque piensan que en la meditación no debería haber sexo. Pero no sabes cómo funciona la vida. Es una buena señal. Muestra que ahora la energía está viva ahí. Ahora necesita moverse. Así que no te asustes y no pienses que algo va mal. Es una buena señal. Cuando empieces a meditar, el centro sexual se volverá más sensible, vivo, excitado, y al principio la excitación será igual que cualquier excitación sexual; pero sólo al principio. Según tu meditación se haga más profunda, sentirás que la energía fluye hacia arriba. Cuando la energía fluye, el centro sexual se vuelve silencioso, menos excitado.
Cuando la energía vaya realmente al sahasrar, no habrá ninguna sensación; en el centro sexual. Está totalmente calmado y silencioso. Se habrá vuelto completamente fresco, y la calidez se habrá ido a la cabeza. Y esto es físico. Cuando el centro sexual está excitado, se calienta; sientes ese calor, es físico. Cuando la energía se mueva, el centro sexual se enfriará más y más y más, y la calidez se irá a la cabeza.
Te dará vueltas la cabeza. Cuando la energía vaya a la cabeza, sentirás un mareo. Puede que, a veces, incluso sientas náuseas, porque la energía ha ido a la cabeza por primera vez y tu cabeza no está familiarizada con ella. Tiene que reajustarse. Así que no te asustes. A veces puede que te desmayes inmediatamente, pero no te asustes. Puede suceder. Si tanta energía se mueve súbitamente y explota en la cabeza, puede que te desmayes. Pero ese desmayo no puede durar más de una hora. En un plazo de una hora, la energía automáticamente vuelve hacia atrás o sale. No puedes estar así más de una hora. Digo una hora, pero, de hecho, es exactamente cuarenta y ocho minutos. No puede durar más. Nunca se ha visto en miles de años de experimentos, así que no tengas miedo. Si te desmayas, está bien. Después de ese mareo, te sentirás tan renovado que es como si hubieras estado durmiendo por primera vez, durmiendo de la manera más profunda.
El yoga le da un nombre especial: yoga tandra, dormir yóguico. Es muy profundo; vas a tu centro más profundo. Pero no tengas miedo. Y si se te calienta la cabeza, es una buena señal. Suelta la energía. Siente como si tu cabeza se estuviera abriendo como una flor de loto: como si la energía estuviera saliendo al cosmos. Cuando salga la energía, sentirás que llega a ti una frialdad. Nunca has sentido la frialdad que llega después de esta calidez. Pero haz la técnica completamente; nunca la hagas incompletamente.[/color]
Última edición por Yosoyluzeterna el Vie 23 Sep 2011 - 12:36, editado 1 vez
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Re: Considera tu esencia como rayos de luz ascendiendo de centro a centro por las vértebras y así se eleva la energía vital en ti. (técnica de meditación). Osho
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» Percibe el cosmos como una presencia traslúcida eterna. (técnica de meditación). Osho
» Vuélvete la claridad del cielo sin nubes. (técnica de meditación). Osho
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Jue 14 Nov 2024 - 17:46 por Francisco de Sales
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Vie 28 Jun 2024 - 22:18 por Francisco de Sales
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Miér 19 Jun 2024 - 21:13 por Francisco de Sales
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Mar 4 Jun 2024 - 17:11 por Francisco de Sales
» NO TE TOMES NADA COMO ALGO PERSONAL.
Jue 23 Mayo 2024 - 22:14 por Francisco de Sales
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Jue 16 Mayo 2024 - 16:56 por Francisco de Sales
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Vie 16 Feb 2024 - 7:11 por Francisco de Sales
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Lun 5 Feb 2024 - 18:18 por Francisco de Sales
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Jue 25 Ene 2024 - 18:15 por Francisco de Sales