Habeis tenido dudas existenciales?

Dudas sobre la existencia de vuestro ser y la existencia de quines os rodea.

Nunca he dudado de mi propia existencia, porque si dudo entonces la propia duda me demuestra que existo (ya que algo que no exista no podría dudar).

De lo que sí he dudado y me he planteado muchas veces es qué o quién soy yo verdaderamente, y qué o quiénes son los "otros" verdaderamente, y qué es el mundo verdaderamente. También me parece dudable la cuestión de si el mundo existe o no, o de si existen otros o no. De lo que no consigo dudar es de que existo yo, porque como decía antes, precisamente porque existo es por lo que puedo dudar pero esa misma duda es una prueba de mi existencia: lo que no existe ¿cómo podría dudar?

Yo Soy; pero ¿qué soy? Ahí está la cuestión.

¿Soy un español? No, eso es un accesorio, una parte minúscula de mi Ser.

¿Soy un hombre? No, eso es un accesorio, una parte minúscula de mi Ser.

¿Soy un cuerpo humano llamado Toni? No, eso es un accesorio, una parte minúscula de mi Ser.

Los "accesorios" o partes minúsculas del Ser me parece razonable contemplar la posibilidad de que puedan ser fantasías imaginadas. Esto es algo que uno puede verificar por sí mismo ("mirando" hacia "dentro" de uno mismo y verificando si algo es constante o no: lo impermanente no es real).

¿Entonces qué soy? Ése es el asunto que cada uno puede resolver para sí mismo, investigando a fondo eso en uno mismo. Creo que lo que soy no es definible en palabras. Podría llamarlo Ser o Pura Consciencia, pero esto son palabras. Sólo puedo mirar hacia adentro y abrirme a captar lo que ahí hay: lo eterno.

He puesto esas preguntas arriba como ejemplos de cosas que alguna vez me he planteado. Por lo tanto sí, he dudado sobre temas existenciales, aunque no de mi propia existencia por lo que he explicado antes.

En resumen: no dudo de mi propia existencia pero sí dudo (e incluso niego) que yo sea un cuerpo humano llamado Toni, que haya nacido alguna vez, que viva en un país llamado España, etc. Simplemente soy lo que soy: Aquello que no puede limitarse con conceptos, imágenes, formas ni palabras, que nunca nació y que es permanente.

Gracias Brocco por plantear tan interesante y sutil tema.

Un abrazo :-)

Últimamente suceden muchas preguntas, tantas que sería difícil para mi anotarlas todas aquí. Aunque cabe decir que la gran mayoría de ellas giran entorno al ego.

Por ejemplo, cuándo me apetece ver una película sucede la pregunta: ¿quién tiene ganas de ver esa película? ¿Acaso el Ser necesita una película, cuándo ya es total y completo? ¿No será acaso el ego quién me dice 'haz algo para entretenerme'?

También me pregunto si realmente he hecho algo en toda mi vida, si todas 'mis' decisiones han sido mías, ya que puedo engañarme diciéndome que yo elijo comer y qué comer, pero eso lo decide el cuerpo, e informa a la mente de sus necesidades a los que yo respondo, pero no decido. Últimamente esta pregunta me está llevando a plantearme si realmente existe algo como el libre albedrío, ¿y si entonces nosotros no decidimos, qué pasa? Pues que hay un nivel que desconozco, un plano que no llego a comprender. Y de hecho siquiera lo he intentado, porque es imposible entender la mayoría de las cosas a través de la mente. Dejando espacio para que emerja la consciencia, entonces sí se pueden 'entender' ciertas cosas. Es difícil de explicar.

Tal y como dice Toni es un hilo muy interesante en el que todos podemos compartir mucho.

A mi me asalta más la perplejidad por la existencia, esta aparente separación de lo demás, que ḿe parece corresponde más a un ejercicio de hipnosis que desde la infancia se ejerce sobre el individuo.

Pero sí que es curioso pararse a pensar en la autoconciencia, y preguntarse con Leibniz y muchos otros ¿Por qué el mundo existe? ¿No sería más lógico y más fácil que no existiera? Y claro, hay muchas respuestas. A mi la que más me convence por ahora es la de Buda, cuando despertó: ¡Oh, constructor de la casa! Ahora te he percibido. No volverás a construir esta casa. Todas las vigas han sido quebradas. Se ha aniquilado el soporte central. Mi mente ha alcanzado lo incondicionado. Habiéndolo alcanzado, representa el fin del apego.

A mi me asalta más la perplejidad por la existencia, esta aparente separación de lo demás, que ḿe parece corresponde más a un ejercicio de hipnosis que desde la infancia se ejerce sobre el individuo.

Sintonizo con tus palabras.

Esa hipnosis se llama Televisión y educación.