Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 102 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 102 Invitados :: 1 Motor de búsquedaNinguno
El record de usuarios en línea fue de 392 durante el Jue 18 Oct 2012 - 7:22
Conectarse
Buscar
ASUMIR LA ESPIRITUALIDAD
Página 1 de 1.
ASUMIR LA ESPIRITUALIDAD
ASUMIR LA ESPIRITUALIDAD
En mi opinión, hay una gran cantidad de personas que se están dejando arrastrar por lo que propone la sociedad de consumo –que en algunos aspectos y con moderación y consciencia está muy bien-, y están tan atentos a los placeres que proporcionan satisfacciones inmediatas, y se dejan deslumbrar de tal modo por las cosas a las que se les adjudica una importancia que no tienen, que desatienden dedicarse a la que es una tarea que van incluidas en la vida: la espiritualidad.
Hay una serie de cualidades innatas en el ser humano que hemos externalizado como si no nos perteneciesen. Me refiero a las hemos idealizado porque nos parece que se nos quedan demasiado grandes, o las hemos divinizado porque nos parece que están por encima de las capacidades que atribuimos al Ser Humano, a quien parece que solamente concebimos como tosco, burdo, imperfecto, pecador, y capaz de cometer las mayores atrocidades.
Dividimos al Ser Humano, y no sé por qué, en dos partes claramente diferenciadas.
La Humana, en la que incluimos lo cotidiano, lo relacionado con el cuerpo, los defectos, la culpa y la maldad, los miedos y los problemas, lo inferior…
Y la Espiritual, que es la que se cree en la exclusividad de contactar con Dios y lo divino, la que mira por encima del hombro a la que es simplemente humana, la que a veces se viste de trascendencia desde un ego espiritual –que también existe: “Yo estoy más evolucionado que tú”, “yo medito más que tú”, “yo rezo más que tú”, “yo soy más devoto que tú”-.
Desde el momento en que estamos vivos y estamos en este mundo -y si seguimos creyendo en esa división que solo existe en la mente-, nos vemos en la necesidad u obligación de asumir ambas por separado, pero de atenderlas por igual.
La Humana nos requiere atención continua, nos acapara con sus asuntos urgentes, sus molestias físicas, sus ambiciones y preocupaciones, sus agobios y miedos. A todas horas está presente, afectando, exigiendo, influyendo.
La Espiritual parece que la dejamos como un asunto para los domingos –en el caso de los creyentes religiosos-, o para los momentos en que la vida nos sobrepasa y requerimos -en forma de ruego u oración- la presencia de algo Superior que pueda resolver los asuntos que parecen irresolubles para el Humano, o para los instantes en que un acto doloroso nos hace tomar consciencia de la finitud de la vida y entonces aparece como una tabla de salvación el hecho de que pueda haber “algo más”, otra cosa que sobrepasa a lo Humano y se puede incluir en lo que se supone que es lo Espiritual o lo Divino.
La parte espiritual –sigo usando la dualidad para que algunos lo comprendan mejor, aunque yo no creo que exista tal cosa-, ha de estar integrada en lo cotidiano, al alcance de la mano, relacionándose con cada cosa que hacemos y en cada momento de nuestra vida.
Aceptar que la Espiritualidad, la Divinidad o la Deidad, o lo Trascendente, son una parte indisoluble que está incluida en el conjunto que denominamos Ser Humano, para algunos supone una responsabilidad para la que creen no estar preparados.
Se necesita humildad y sencillez para reconocer integrados en uno mismo esos aspectos que se entienden como Superiores -porque de siempre nos han hecho creer que eso está fuera y lejos de nosotros-, ya que el hecho de reconocerlo como personal y propio es un compromiso para el que, generalmente, no estamos preparados.
Aceptar la Espiritualidad como algo accesible conlleva la responsabilidad vivencial de prestarle la atención que requiere, de contactar con ella integrándola en uno mismo de un modo consciente y no como algo separado y ajeno, a lo que, por modestia, uno no puede llegar o puede hacerlo en contadas o excepcionales ocasiones.
No aceptarla puede ser un miedo a la responsabilidad que ello conlleva.
Hay que tener cuidado con que eso de alejarla de uno no sea nada más que una especie de falsa modestia… que en realidad esconde un miedo.
Asumir la Espiritualidad es aceptar que uno es más de lo que uno parece ser.
Y este es un asunto que merece una serena y sincera reflexión, así que…
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales
Si le ha gustado ayúdeme a difundirlo compartiéndolo.
(Más artículos en http://buscandome.es/index.php?action=forum)
En mi opinión, hay una gran cantidad de personas que se están dejando arrastrar por lo que propone la sociedad de consumo –que en algunos aspectos y con moderación y consciencia está muy bien-, y están tan atentos a los placeres que proporcionan satisfacciones inmediatas, y se dejan deslumbrar de tal modo por las cosas a las que se les adjudica una importancia que no tienen, que desatienden dedicarse a la que es una tarea que van incluidas en la vida: la espiritualidad.
Hay una serie de cualidades innatas en el ser humano que hemos externalizado como si no nos perteneciesen. Me refiero a las hemos idealizado porque nos parece que se nos quedan demasiado grandes, o las hemos divinizado porque nos parece que están por encima de las capacidades que atribuimos al Ser Humano, a quien parece que solamente concebimos como tosco, burdo, imperfecto, pecador, y capaz de cometer las mayores atrocidades.
Dividimos al Ser Humano, y no sé por qué, en dos partes claramente diferenciadas.
La Humana, en la que incluimos lo cotidiano, lo relacionado con el cuerpo, los defectos, la culpa y la maldad, los miedos y los problemas, lo inferior…
Y la Espiritual, que es la que se cree en la exclusividad de contactar con Dios y lo divino, la que mira por encima del hombro a la que es simplemente humana, la que a veces se viste de trascendencia desde un ego espiritual –que también existe: “Yo estoy más evolucionado que tú”, “yo medito más que tú”, “yo rezo más que tú”, “yo soy más devoto que tú”-.
Desde el momento en que estamos vivos y estamos en este mundo -y si seguimos creyendo en esa división que solo existe en la mente-, nos vemos en la necesidad u obligación de asumir ambas por separado, pero de atenderlas por igual.
La Humana nos requiere atención continua, nos acapara con sus asuntos urgentes, sus molestias físicas, sus ambiciones y preocupaciones, sus agobios y miedos. A todas horas está presente, afectando, exigiendo, influyendo.
La Espiritual parece que la dejamos como un asunto para los domingos –en el caso de los creyentes religiosos-, o para los momentos en que la vida nos sobrepasa y requerimos -en forma de ruego u oración- la presencia de algo Superior que pueda resolver los asuntos que parecen irresolubles para el Humano, o para los instantes en que un acto doloroso nos hace tomar consciencia de la finitud de la vida y entonces aparece como una tabla de salvación el hecho de que pueda haber “algo más”, otra cosa que sobrepasa a lo Humano y se puede incluir en lo que se supone que es lo Espiritual o lo Divino.
La parte espiritual –sigo usando la dualidad para que algunos lo comprendan mejor, aunque yo no creo que exista tal cosa-, ha de estar integrada en lo cotidiano, al alcance de la mano, relacionándose con cada cosa que hacemos y en cada momento de nuestra vida.
Aceptar que la Espiritualidad, la Divinidad o la Deidad, o lo Trascendente, son una parte indisoluble que está incluida en el conjunto que denominamos Ser Humano, para algunos supone una responsabilidad para la que creen no estar preparados.
Se necesita humildad y sencillez para reconocer integrados en uno mismo esos aspectos que se entienden como Superiores -porque de siempre nos han hecho creer que eso está fuera y lejos de nosotros-, ya que el hecho de reconocerlo como personal y propio es un compromiso para el que, generalmente, no estamos preparados.
Aceptar la Espiritualidad como algo accesible conlleva la responsabilidad vivencial de prestarle la atención que requiere, de contactar con ella integrándola en uno mismo de un modo consciente y no como algo separado y ajeno, a lo que, por modestia, uno no puede llegar o puede hacerlo en contadas o excepcionales ocasiones.
No aceptarla puede ser un miedo a la responsabilidad que ello conlleva.
Hay que tener cuidado con que eso de alejarla de uno no sea nada más que una especie de falsa modestia… que en realidad esconde un miedo.
Asumir la Espiritualidad es aceptar que uno es más de lo que uno parece ser.
Y este es un asunto que merece una serena y sincera reflexión, así que…
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales
Si le ha gustado ayúdeme a difundirlo compartiéndolo.
(Más artículos en http://buscandome.es/index.php?action=forum)
Francisco de Sales- Cantidad de envíos : 1696
Fecha de inscripción : 15/12/2012
Temas similares
» ACEPTAR Y ASUMIR LA ESPIRITUALIDAD
» CAPÍTULO 144 - ASUMIR, TAMBIÉN, LAS RESPONSABILIDADES DEL OTRO
» CONVIENE ASUMIR Y ACEPTAR EL PASADO
» CAPÍTULO 37 – LA ESPIRITUALIDAD
» Duda espiritualidad
» CAPÍTULO 144 - ASUMIR, TAMBIÉN, LAS RESPONSABILIDADES DEL OTRO
» CONVIENE ASUMIR Y ACEPTAR EL PASADO
» CAPÍTULO 37 – LA ESPIRITUALIDAD
» Duda espiritualidad
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
Jue 14 Nov 2024 - 17:46 por Francisco de Sales
» PARA PODER SOLUCIONAR UN PROBLEMA HAY QUE SALIRSE DEL PROBLEMA.
Mar 5 Nov 2024 - 17:31 por Francisco de Sales
» CÓMO SOLTAR EL DOLOR.
Miér 30 Oct 2024 - 6:22 por Francisco de Sales
» ¿QUÉ TENGO QUE ELIMINAR DE MI VIDA?
Vie 4 Oct 2024 - 16:40 por Francisco de Sales
» ES NECESARIO DESDRAMATIZAR LA VIDA.
Sáb 21 Sep 2024 - 17:21 por Francisco de Sales
» CÓMO RELACIONARTE BIEN CONTIGO
Jue 12 Sep 2024 - 16:16 por Francisco de Sales
» TAMBIÉN HAY QUE HACER UN DUELO POR LA VEJEZ
Miér 4 Sep 2024 - 16:51 por Francisco de Sales
» AMARSE ES CONSTRUIRSE UNA VIDA DE LA QUE NO SE NECESITE ESCAPAR CONTINUAMENTE.
Miér 28 Ago 2024 - 21:33 por Francisco de Sales
» LAS PERSONAS SON COMO SON Y NO COMO UNO QUIERE QUE SEAN.
Jue 8 Ago 2024 - 20:37 por Francisco de Sales
» HAY QUE SER MUY VALIENTE PARA SER FELIZ.
Jue 1 Ago 2024 - 17:04 por Francisco de Sales
» SABER LO QUE NO QUIERES PUEDE SERVIRTE PARA AVERIGUAR LO QUE SÍ QUIERES.
Dom 28 Jul 2024 - 20:17 por Francisco de Sales
» ESCAPA DE LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS.
Dom 21 Jul 2024 - 16:43 por Francisco de Sales
» NOS CONSTRUYEN LAS EXPERIENCIAS QUE VAMOS VIVIENDO.
Vie 5 Jul 2024 - 16:32 por Francisco de Sales
» CÓMO SOLTAR EL DOLOR.
Vie 28 Jun 2024 - 22:18 por Francisco de Sales
» LAS PERSONAS SON COMO SON Y NO COMO UNO QUIERE QUE SEAN.
Miér 19 Jun 2024 - 21:13 por Francisco de Sales
» LA MENTE Y DIOS.
Mar 4 Jun 2024 - 17:11 por Francisco de Sales
» NO TE TOMES NADA COMO ALGO PERSONAL.
Jue 23 Mayo 2024 - 22:14 por Francisco de Sales
» ¿QUÉ QUIERO PARA MÍ?
Jue 16 Mayo 2024 - 16:56 por Francisco de Sales
» ¿CUÁNDO VAS A DECIR BASTA?
Miér 1 Mayo 2024 - 17:51 por Francisco de Sales
» LOS PASOS QUE NO TE ATREVES A DAR, TAMBIÉN DEJAN HUELLA.
Vie 26 Abr 2024 - 16:30 por Francisco de Sales
» ¿TE ESCUCHAS A TI MISMO?
Vie 19 Abr 2024 - 14:38 por Francisco de Sales
» ¿PUEDES CAMBIAR A LAS PERSONAS QUE TE RODEAN?
Vie 12 Abr 2024 - 16:31 por Francisco de Sales
» ESCAPA DE LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS
Vie 16 Feb 2024 - 7:11 por Francisco de Sales
» SUFRIMOS MUCHO E INNECESARIAMENTE.
Lun 5 Feb 2024 - 18:18 por Francisco de Sales
» ES CONVENIENTE QUE TENGAS CLARO QUÉ ES PARA TI LA FELICIDAD Y QUÉ ES TRIUNFAR.
Jue 25 Ene 2024 - 18:15 por Francisco de Sales