Últimos temas
¿Quién está en línea?
En total hay 28 usuarios en línea: 0 Registrados, 0 Ocultos y 28 Invitados Ninguno
El record de usuarios en línea fue de 392 durante el Jue 18 Oct 2012 - 7:22
Conectarse
Buscar
A VECES NOS CONFORMAMOS EN VEZ DE EXIGIR
Página 1 de 1.
A VECES NOS CONFORMAMOS EN VEZ DE EXIGIR
A VECES NOS CONFORMAMOS EN VEZ DE EXIGIR
En mi opinión, casi todos sentimos a menudo la impresión de que eso de conformarse con las cosas que nos suceden que no son de nuestro agrado, y nos las hacen o nos las ocasionan los otros, es algo que recibimos y aceptamos de un modo inadecuado. Con resignación. O con demasiada resignación.
En demasiadas ocasiones renunciamos a nuestros derechos permitiendo que nos sean arrebatados o que no sean respetados, y, en un acto mal entendido de bondad y concordia, nos callamos y los damos por perdidos.
Hay algo que nos han explicado mal -o sobre lo que no hemos reflexionado lo suficientemente bien-, y es permitir que nos avasallen –a nosotros y a nuestros derechos-, que nos menosprecien, que los otros antepongan sus deseos e intereses a los nuestros, y que nos dejen la nada más desagradable para nosotros.
La asertividad, que es defender nuestros derechos legítimos sin gritos ni amenazas, de un modo firme e irrenunciable, ha de ser nuestra aliada en estos casos.
Nadie debería arrebatarnos lo que nos corresponde, y no reclamarlo es una afrenta propia a nuestra dignidad y un desprecio a nuestros principios.
Pero hay otro modo de quedarnos sin nuestros derechos, y es cuando aun sabiendo que tenemos la potestad de recibir algo, de poseer o disfrutar algo, no hacemos lo necesario por acceder a ello, y lo dejamos pasar camino al sitio de las cosas irrealizadas.
La modestia mal entendida es un hándicap innecesario, y el convencimiento de que no tenemos derecho a que nos pasen cosas buenas es un error que nos penaliza con la falta de lo que sí nos merecemos.
Hemos de tener mucho cuidado y comprender exactamente lo que es la modestia, el conformismo, la rendición sin oposición, la resignación callada ante lo que nos suceda, la sumisión vencida, la pasividad inerte, o la docilidad borrega, porque todo ello, si no lo interpretamos correctamente y renunciamos a lo que nos corresponde, nos puede llevar a una situación inmerecida e innecesaria de ser injustamente perdedores, y llevarnos al infortunio o a la frustración directamente y sin necesidad.
Todos tenemos derechos y todos tenemos el privilegio de la dignidad. Y derecho a que los respeten.
La asertividad es nuestra aliada. Todos tenemos derecho a expresar nuestras opiniones, a defendernos cuando nos sentimos atacados, a reclamar lo que es nuestro, a enfrentarnos a nuestros ofensores, y a preservarnos de cualquier daño, peligro o agravio.
Y tenemos no solamente el derecho, sino también la obligación de hacer que se dignifique nuestro honor, que se considere nuestra respetabilidad, y que no abusen ni tengamos que sentirnos humillados por el mal trato o por la falta de respeto de los otros.
Defiendo a ultranza el respeto –de mi parte hacia los otros y de los otros hacia mí- y exijo que se le aplique a mi dignidad el honor que se merece.
No permito que nadie me avasalle, que nadie abuse de mí, que nadie me menosprecie, que nadie me insulte, que me falten al respeto.
Soy una persona íntegra, como lo somos casi todos, y eso merece un trato honesto y justo por parte de los otros. Y es tarea de cada uno hacérselo saber a quienes no lo hagan bien.
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales
Si te ha gustado ayúdame a difundirlo compartiéndolo.
(Más artículos en http://buscandome.es/index.php?action=forum)
En mi opinión, casi todos sentimos a menudo la impresión de que eso de conformarse con las cosas que nos suceden que no son de nuestro agrado, y nos las hacen o nos las ocasionan los otros, es algo que recibimos y aceptamos de un modo inadecuado. Con resignación. O con demasiada resignación.
En demasiadas ocasiones renunciamos a nuestros derechos permitiendo que nos sean arrebatados o que no sean respetados, y, en un acto mal entendido de bondad y concordia, nos callamos y los damos por perdidos.
Hay algo que nos han explicado mal -o sobre lo que no hemos reflexionado lo suficientemente bien-, y es permitir que nos avasallen –a nosotros y a nuestros derechos-, que nos menosprecien, que los otros antepongan sus deseos e intereses a los nuestros, y que nos dejen la nada más desagradable para nosotros.
La asertividad, que es defender nuestros derechos legítimos sin gritos ni amenazas, de un modo firme e irrenunciable, ha de ser nuestra aliada en estos casos.
Nadie debería arrebatarnos lo que nos corresponde, y no reclamarlo es una afrenta propia a nuestra dignidad y un desprecio a nuestros principios.
Pero hay otro modo de quedarnos sin nuestros derechos, y es cuando aun sabiendo que tenemos la potestad de recibir algo, de poseer o disfrutar algo, no hacemos lo necesario por acceder a ello, y lo dejamos pasar camino al sitio de las cosas irrealizadas.
La modestia mal entendida es un hándicap innecesario, y el convencimiento de que no tenemos derecho a que nos pasen cosas buenas es un error que nos penaliza con la falta de lo que sí nos merecemos.
Hemos de tener mucho cuidado y comprender exactamente lo que es la modestia, el conformismo, la rendición sin oposición, la resignación callada ante lo que nos suceda, la sumisión vencida, la pasividad inerte, o la docilidad borrega, porque todo ello, si no lo interpretamos correctamente y renunciamos a lo que nos corresponde, nos puede llevar a una situación inmerecida e innecesaria de ser injustamente perdedores, y llevarnos al infortunio o a la frustración directamente y sin necesidad.
Todos tenemos derechos y todos tenemos el privilegio de la dignidad. Y derecho a que los respeten.
La asertividad es nuestra aliada. Todos tenemos derecho a expresar nuestras opiniones, a defendernos cuando nos sentimos atacados, a reclamar lo que es nuestro, a enfrentarnos a nuestros ofensores, y a preservarnos de cualquier daño, peligro o agravio.
Y tenemos no solamente el derecho, sino también la obligación de hacer que se dignifique nuestro honor, que se considere nuestra respetabilidad, y que no abusen ni tengamos que sentirnos humillados por el mal trato o por la falta de respeto de los otros.
Defiendo a ultranza el respeto –de mi parte hacia los otros y de los otros hacia mí- y exijo que se le aplique a mi dignidad el honor que se merece.
No permito que nadie me avasalle, que nadie abuse de mí, que nadie me menosprecie, que nadie me insulte, que me falten al respeto.
Soy una persona íntegra, como lo somos casi todos, y eso merece un trato honesto y justo por parte de los otros. Y es tarea de cada uno hacérselo saber a quienes no lo hagan bien.
Te dejo con tus reflexiones…
Francisco de Sales
Si te ha gustado ayúdame a difundirlo compartiéndolo.
(Más artículos en http://buscandome.es/index.php?action=forum)
Francisco de Sales- Cantidad de envíos : 1674
Fecha de inscripción : 15/12/2012
Temas similares
» A VECES NOS CONFORMAMOS CON NADA
» QUÉ DIFÍCIL ES AMARSE A VECES
» A VECES SE GANA, A VECES SE APRENDE
» ¿SE LE PUEDE EXIGIR A DIOS?
» CAPÍTULO 57 - EXIGIR EN VEZ DE PEDIR
» QUÉ DIFÍCIL ES AMARSE A VECES
» A VECES SE GANA, A VECES SE APRENDE
» ¿SE LE PUEDE EXIGIR A DIOS?
» CAPÍTULO 57 - EXIGIR EN VEZ DE PEDIR
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|
Vie 16 Feb 2024 - 7:11 por Francisco de Sales
» SUFRIMOS MUCHO E INNECESARIAMENTE.
Lun 5 Feb 2024 - 18:18 por Francisco de Sales
» ES CONVENIENTE QUE TENGAS CLARO QUÉ ES PARA TI LA FELICIDAD Y QUÉ ES TRIUNFAR.
Jue 25 Ene 2024 - 18:15 por Francisco de Sales
» RESPETA Y EXIGE QUE TE RESPETEN.
Lun 22 Ene 2024 - 16:59 por Francisco de Sales
» ANTES Y DESPUÉS: LA MUERTE Y LA VIDA.
Jue 18 Ene 2024 - 17:44 por Francisco de Sales
» CADA DÍA ME HE ALEJADO MÁS DE MÍ
Lun 15 Ene 2024 - 4:14 por Francisco de Sales
» NO PERMITAS QUE NADA NI NADIE TE HAGA DAÑO.
Mar 9 Ene 2024 - 21:47 por Francisco de Sales
» CON UNA AUTOAFIRMACIÓN CONSTANTE SE CONSTRUYE UNA AUTOESTIMA SÓLIDA.
Vie 5 Ene 2024 - 16:51 por Francisco de Sales
» DEJARSE ENCONTRAR POR DIOS.
Mar 2 Ene 2024 - 17:58 por Francisco de Sales
» SI YO HUBIERA…
Jue 28 Dic 2023 - 15:44 por Francisco de Sales
» CÓMO CONTROLAR LA MENTE.
Dom 24 Dic 2023 - 19:44 por Francisco de Sales
» LA INTROSPECCIÓN ES OBLIGATORIA EN LOS PROCESOS DE DESARROLLO PERSONAL.
Jue 21 Dic 2023 - 17:34 por Francisco de Sales
» HE COMETIDO EL PEOR DE LOS ERRORES: NO HE SIDO FELIZ.
Mar 19 Dic 2023 - 16:48 por Francisco de Sales
» DI ADIÓS A LO QUE NUNCA SERÁS.
Dom 17 Dic 2023 - 17:40 por Francisco de Sales
» CÓMO ES LA VIDA VIVIDA DESDE LA TRISTEZA
Mar 12 Dic 2023 - 5:41 por Francisco de Sales
» NO TE TOMES NADA COMO ALGO PERSONAL.
Lun 30 Oct 2023 - 17:58 por Francisco de Sales
» ESCAPA DE LOS PENSAMIENTOS NEGATIVOS
Mar 24 Oct 2023 - 22:03 por Francisco de Sales
» ¿QUÉ QUIERO PARA MÍ?
Lun 16 Oct 2023 - 17:38 por Francisco de Sales
» ¡CUÁNTO TIEMPO DE VIDA DESPERDICIAMOS!
Sáb 7 Oct 2023 - 17:59 por Francisco de Sales
» ¿TIENES MIEDO A TOMAR DECISIONES? ¿NO SERÁ QUE A QUIEN TIENES MIEDO ES A TI?
Miér 4 Oct 2023 - 22:21 por Francisco de Sales
» ¿QUÉ PUEDO MEJORAR DE MÍ?
Vie 22 Sep 2023 - 17:50 por Francisco de Sales
» TODOS TENEMOS QUE HACERNOS UN BUEN PLAN DE VIDA.
Sáb 16 Sep 2023 - 4:48 por Francisco de Sales
» ¿POR QUÉ NO TIENES AMOR PROPIO?
Mar 12 Sep 2023 - 17:04 por Francisco de Sales
» CUÁNTAS COSAS HE HECHO DESDE QUE NACÍ.
Vie 8 Sep 2023 - 1:52 por Francisco de Sales
» VIVIR MAL LA VIDA.
Sáb 2 Sep 2023 - 18:08 por Francisco de Sales